La historia de una mujer buena: Esperanza Girón

Maestra y cronista de la vida de Berrocal de Salvatierra hasta que fue violada, humillada y asesinada en 1936
Una bandera republicana tendida en el olivo del Memorial de San Carlos Borromeo

Esperanza Girón fue una de las maestras asesinadas durante la Guerra Civil. Su historia no dejará indiferente al lector que puede haber leído muchas sobre estos años. La de Esperanza, al igual que la de esos hombres y mujeres ejecutados durante la Guerra Civil y posterior dictadora de Franco, no te dejará indiferente. Lo que va a leer, como dicen en la televisión cuando emiten imágenes duras, es de una ternura y de una crueldad inimaginable.

Esperanza Girón es una de las maestras que fue homenajeada en el Memorial del cementerio San Carlos Borromeo con motivo del 93 aniversario de la proclamación de la 2ª República, el 14 de abril de 1931. Los maestros recordados junto con Esperanza Girón fueron Encarnación Ruipérez, Juan Artacho, Luis Campo y Raimundo Etreros.

Nací en 1896 en Algodre, provincia de Zamora. Siendo mis padres Jesús Girón Calvo y María Sánchez Castro de los que heredé mi amor por la enseñanza, ambos eran maestros.

Aunque viví en diferentes municipios debido a la profesión de mis padres, mi último domicilio fue en Berrocal de Salvatierra.

Mis dos grandes pasiones fueron la enseñanza y la escritura. Desde muy pequeña me encantaba hacer mis narraciones, contar lo que sucedía en mi entorno. Al cabo de los años pude cumplir mi sueño, el diario de Salamanca El Adelanto me pidió que fuera su corresponsal en Berrocal de Salvatierra, el sitio donde vivía y donde ejercía como maestra.

Y así comencé de una forma periódica a escribir sobre lo que sucedía en mi pueblo. Los acontecimientos que señalaban como era la vida aquí.

Lo mismo escribía sobre una procesión:

“Con toda solemnidad se ha celebrado en este pueblo, la festividad de la Virgen, en su Inmaculada Concepción.

La víspera, el repique de campanas y cohetes atruenan el espacio.

Por la mañana, al toque de campanas, nuestra competente maestra, doña Aurora Carrasco, reúne a las niñas en la escuela para desde allí…”

Como daba información de los visitantes que llegaban hasta nuestro pueblo o los que viajaban a otras localidades.

Han llegado de Salamanca los aventajados alumnos de Magisterio, señoritas Elena Pérez, Rosa Sánchez y Paco García.

De Madrid D. Marcos Ingelmo que ha terminado su carrera de Farmacia con brillantes notas”

Comunicaba los fallecimientos de los vecinos:

Confortado por los Santos Sacramentos dejó de existir D. José Manzano, una cruel dolencia, llevada con resignación nos arrebató al amigo, dejando a su familia en triste desconsuelo”

Otras veces escribo sobre mis sentimientos y lo que siento por determinados lugares.

“Desde mi pueblo”

Mi espíritu lleno de tristeza por una parte y por otra rebosando la más viva alegría, esta aún bajo la impresión que mi reciente viaje al pueblo de Villoria, me ha producido; allí, donde pasé mis mejores años juveniles y donde también dejé arte de mi corazón, pues en él reposan los restos de mi santa madre y de la única hermana que el cielo me consiguió.

¿Os extrañará pues lectores que mi amor por ese pueblo llegue hasta la exageración?

¡Con qué satisfacción recuerdo aquellos bailes que al son del redoblante y la dulzaina, hacían las delicias tanto del bello sexo como del fuerte! Y cuando al dar la primera campanada del toque de oración, marchábamos a nuestra casa….

Mas ¡ay! Llegó un día en que la realidad de la vida se impuso, mi corazón desgarrado por la pérdida de aquéllos dos seres tan queridos y siendo todavía una niña, tuve que entrar en los deberes y formalidades de una mujer….

Contra la incultura.

Artículo publicado en El Adelanto.

Pero poco a poco y sin dejar de escribir sobre las noticias sociales de Berrocal, me voy implicando en temas políticos y de reivindicación de los derechos de los trabajadores.

Con motivo de la proclamación de la Republica escribí:

Mi apoyo a los trabajadores:

No solo escribo mis crónicas políticas y bordo la bandera republicana, también empiezo a participar en mítines.

Sobre la sociedad de Trabajadores.      

El 10 de agosto de 1936, un grupo de falangistas llegan a mi casa y me detienen. A partir de ese momento hasta que fui asesinada son muchos los testimonios que hablan de lo que pudieron hacer conmigo. Pero por dignidad hacia mi persona y por mi padre, prefiero que esa parte de mi historia quede como algo que nunca debió suceder, ni a mi, ni a ninguna otra mujer.

Me padre al enterarse de mi detención me busca, pregunta… hasta que al fin alguien le comenta donde se encuentra mi cuerpo, tirado, abandonado y sin ningún respeto por mi condición de mujer.

Esto es lo que figura en mi Acta de Defunción y que mi padre pidió que levantaran.

Murió por lucha con fuerza pública. Su cadáver apareció en Buenavista (Salamanca). Encontrado cadáver en la carretera de Salamanca a Cáceres, Km. 20,500. Enterrada en el Cementerio de Buenavista.

Sentía que debía luchar por mis ideales por hacer de mi patria un lugar mejor donde todos sus ciudadanos tuvieran las mismas oportunidades y los mismos derechos, trabaje duro con el inconveniente que supone para muchos el que fuera MUJER. No quise demostrar nada, pero si luchar por lo que creía.

6 comentarios en «La historia de una mujer buena: Esperanza Girón»

  1. Intentaste con tus acciones y pronunciamientos cambiar la vida de los oprimidos y esclavos de los caciques de aquellos tiempos, y eso te llevo a que derramaran sobre ti su enorme cobardía y crueldad, lo cual te llevo a producir tú agónica muerte. No conocía tú historia, pero ten por seguro, Esperanza Girón Sánchez, que desde hoy tú nombre estará presente en mi mente como la luchadora y heroína que fuiste.

    Responder
  2. Aunque sean muchos los años pasados desde aquello, te llevo en mis pensamientos. Ojalá la derecha y la extrema derecha razonen las consecuencias de sus actos hoy en día.

    Responder
  3. Esperanza fue la querida tía de mi abuelo materno,Miguel Girón Rodríguez. Su recuerdo ha llegado hasta mí y mi generación,así como el de su hermano, también fusilado, mi bisabuelo, que murió en Adamuz luchando por la República y otro de sus hermanos, que tuvo que huir a Francia con su esposa. No puedo describir cuánto me han emocionado estas palabras que dan más luz a esta historia familiar a la que le faltaban tantas piezas y que estaba marcada por tantos silencios obligados. Me ha sobrecogido pensar cómo pudo sufrir en sus últimos momentos. Ella, sin poder saberlo, y todas las historias que mi abuelo pudo contarme, que desgraciadamente eran pocas, parecen haberme inspirado a ser profesora de Historia. Quizá desde aquí pueda hacer algo por evitar que entre mis alumnos prolifere el odio y la ignorancia que marcaron esta época y que parece acecharnos de nuevo.Gracias de corazón por este homenaje a Esperanza, que seguro que mi abuelo habría agradecido tanto. Lo hago yo en su nombre .

    Responder

Deja un comentario

No dejes ni tu nombre ni el correo. Deja tu comentario como 'Anónimo' o un alias.

Más artículos relacionados

Te recomendamos

Buscar
Servicios