Con las caídas registradas en los últimos días, los mercados han completado ya la primera fase de la dinámica correctiva bajista, que era debida desde hacía semanas.
Con este primer impulso bajista, se ha purgado el exceso que presentaban los índices bursátiles principales, y los indicadores de momentum vuelven a mostrar lecturas neutrales.
Hasta ahora, la corrección bajista ha sido ordenada y de magnitud contenida: las primeras referencias de soporte de medio plazo se mantienen intactas, aunque ya muy próximas y, por tanto, amenazadas.
En estos niveles, las bolsas podrían perfectamente intentar rebotar a corto plazo, e incluso podrían formar un suelo desde el que retomar la tendencia alcista en próximos días o semanas.
Dicho esto, es probable que las caídas limitadas de estos últimos días no sean aún suficientes de cara a las próximas semanas.
Los mercados se habían instalado en una complacencia y optimismo desmesurados, que no dejaban lugar a posibles sorpresas negativas. Todavía hoy continúa siendo en gran medida así.
Frente a este optimismo, el mal dato de inflación publicado esta semana pasada en Estados Unidos ha complicado mucho la posibilidad de que la Reserva Federal pueda empezar a recortar sus tipos de interés antes del paréntesis estival, como el mercado esperaba: la opción de junio ya está descartada, y empieza a estar en cuestión también julio.
El aumento de tensión prebélica entre Irán e Israel está incrementando de manera exponencial el riesgo geopolítico, con la derivada adicional del encarecimiento del petróleo.
A lo largo de estas próximas semanas, irá avanzando la campaña de publicación de resultados empresariales, correspondientes al primer trimestre de este año. Incluso aunque en próximos trimestres se confirmaran las previsiones optimistas de beneficios que hoy en día todavía descuenta el mercado, las valoraciones actuales no son para nada holgadas ni confortables desde una perspectiva histórica.
La incesante presión bajista sobre el yen, tras el confuso primer paso adoptado recientemente por el Banco de Japón hacia la normalización de su política monetaria, podría forzar a la autoridad nipona a intervenir en apoyo de su divisa e, incluso, a precipitar una nueva subida de su tipo de interés, con el consiguiente aumento de la volatilidad en los mercados que de todo ello se derivaría…
Si estas zonas de soporte potencial de medio plazo en que se encuentran los índices bursátiles principales terminaran cediendo, las bolsas podrían entrar en la segunda fase de su dinámica correctiva bajista, con caídas adicionales de en torno a un -6%.
En suma, sin necesidad (por ahora) de ponernos dramáticos, lo cierto es que el entorno actual tampoco es precisamente el País de las Maravillas que, casi por la fuerza, habían okupado los mercados: Alicia se ha mudado. Ya veremos quién pierde cuando se oiga a la Reina de Corazones ordenar: «¡Que le corten la cabeza!»…
Félix González, socio director general de Capitalia Familiar EAFN