La oportunidad perdida con la Pirámide de los Italianos

Era un monumento abandonado en sí mismo que se ha puesto de actualidad por una cuestión política, más que histórico.

La Pirámide de los Italianos era y es un monumento muy desconocido en España y también en Italia, el revuelo vino causado por un senador italiano de Forza Italia, que recuperó el interés por este monumento.

En realidad, durante las décadas pasadas había quedado en el olvido. “Quizá solo mostraron interés los familiares de las personas que habían sido enterradas ahí. Pero, hay que recordar que este monumento está vacío desde 1975, que se llevaron a cabo las últimas exhumaciones”, explica Matteo Tommaso, profesor italiano de la Facultad de Historia de la Usal.

Los restos de los legionarios italianos que combatieron en la Guerra Civil Española descansan en Italia, aunque sigue habiendo un osario en el mausoleo de San Antonio de Padua, en Zaragoza, que sí que es más conocido en Italia. “Es aquí, porque hubo muchos italianos en la batalla del Ebro en la Guerra Civil. Sé que en los últimos años se han exhumados cuerpos de combatientes y se han llevado a Italia”, puntualiza Tommaso.

A España vieron italianos a combatir en la Guerra Civil por distintas razones. Unos tenían una clara convicción y creencia de lo que es la ideología franquista. Vinieron a luchar por Mussolini y Franco y crear en España un nuevo estado filofascista, como será en la primera etapa del franquismo. “Otros vendrán por necesidad, se les pagaba por participar en este conflicto. Algunos de ellos, venían de otra campaña, la guerra de Etiopía, sin tener un gran apego a la causa fascista. Por último, hay otro contingente que son personas obligadas porque tienen familiares o proximidad ideológica con partidos de la oposición a Mussolini en la Italia de esa época. Así evitaban represalias sobre sus familiares, los que vivían en el extranjero, porque el régimen fascista no solo persiguió a la oposición dentro de Italia, también lo hizo fuera”, explica el profesor italiano.

Hay distintas causas que llevan a los Italianos, al menos a los legionarios, a luchar en la Guerra Civil. “En cambio, es más homogéneo el grupo de los combatientes antifascistas que vienen de Italia. Estos italianos se van a integrar en las Brigadas Internacionales. En 1936 ya hay mucho dominio en Europa de las corrientes fascista. En ese momento, es cada vez más fuerte el sentimiento antifascista. La Guerra Civil española es utilizada como escenario del enfrentamiento entre fascismo y antifascismo”, matiza.

El profesor italiano no quiere categorizar la Pirámide de los Italianos porque es un monumento funerario que representa un contexto histórico concreto. Explica que cree que la polémica que ha surgido por ser declaro Bien de Interés Cultural es político tanto por partidos de España, como de Italia. “Tampoco me parece bien derribarlo. No podemos hacer historia si tiramos monumentos de otras épocas”, apunta.

En su opinión, como historiador, la Pirámide de los Italianos debería convertirse, antes de cualquier otra etiqueta, en un lugar de interpretación y contextualización histórica. “Por poner un ejemplo: lo que se ha hecho con la memoria colectiva en Alemania. Es una política de conversión de lugares muy complicados, como son los campos de concentración, donde la política se ha quedado fuera de ese contexto”, señala.

En Alemania se decidió no entrar en un ámbito política, más bien sensibilizar a la opinión pública con la utilización de un espacio, que en su época fue politizado, lo que representaban los campos de concentración en el régimen Nazi, y lo han convertido en espacio de la memoria, del diálogo, del debate,..

“La interpretación y la contextualización está hecha por historiadores, que le dan la oportunidad al visitante de ver un lugar que tiene un valor histórico muy importante y, además, darle las claves de lectura. Esto es lo que deberíamos hacer en España y lo que deberíamos haber hecho en Italia”, razona el profesor italiano.

Quizá la diferencia entre Alemania y España e Italia está en que en Alemania tuvieron los Juicios de Núremberg. En cambio, España no ha juzgado al franquismo e Italia, tampoco al fascismo.

Además, en Alemania se ha dado prioridad a sensibilizar a la opinión pública. “Esa desnazificación ha querido prodigarse y mantenerse con el paso del tiempo. Han creado unos espacios donde aunar la didáctica con la memorialística. En Alemania, por ley, los alumnos están obligados a visitar esos espacios. Mientras que eso no existe en España, Italia o Francia”, aclara Tommaso.

En España no se crean esos espacios. “Ahora se podía utilizar la Pirámide de los Italianos, que no es la pirámide en sí, estaríamos hablando de todo un espacio alrededor, donde hay una serie de huellas del paso de los italianos por esos valles, previos a la batalla del Norte, con la toma de Santander, era la primavera de 1937, donde han dejado graffitis, testimonios de su paso por ahí. Hay una voluntad de recuperar esa zona. ¡Qué cantidad de cosas se podrían hacer ahí! Habría un espacio histórico, donde se hace memoria viva”, interpela el profesor italiano.

Esa opinión también la expone sobre el Valle de los Caídos. “Ahí tenemos un espacio fundamental para crear una memoria viva del franquismo, porque aquí no hay campos de concentración como tal, aunque sí los hubo, pero fueron desmantelados o reconvertidos. Se ponen placas, pero a mí me sigue pareciendo poco. Algunos de estos lugares deberían ser itinerarios y recorridos, como se hace en Alemania, para tratar de entender qué ocurrió en determinado momento, quién lo ordeno, quiénes eran los carceleros y quiénes los encarcelados. Hay que diferencia entre víctimas y victimarios. Esto conectaría la Guerra Civil y el franquismo que es muy necesaria en España, porque se está dejando a la iniciativa política y se está ideologizando los espacios. Hay que dejar a los historiares”, concluye Matteo Tommaso.