¿Hay algo más moderno que un jersey negro de cuello alto y letras que hablen de la Divina Comedia? Puede que sí, pero estar a las puertas del infierno y que hubiera un silencio respetuoso en el DA2, ofrece la posibilidad de adentrarse en el averno más moderno de la mano de Los Modernos, que eligieron esa prenda para compartir un rato con sus incondicionales salmantinos.
El grupo leonés presentó en este espacio de cultura su trabajo Infierno, que es un dos en uno. Aunque parece una oferta, nada más lejos de la realidad: calidad de la buena, en música y literatura.
Los Modernos, Álex Cooper, Maxi Martínez y Héctor Escobar, cogieron su bajo, guitarra acústica y española y agradecieron la presencia de los asistentes. “Es un placer estar en esta ciudad -Salamanca-, porque todo lo que tiene que ver con lo universal, está relacionado con la Universidad. Un lugar que transforma”, explican.
Infierno se labró durante varios años y dio como resultado 18 temas, que hablan de castigos, de torturas en dos o tres minutos que dura cada una, pero no es Heavy metal, tiene más tintes de pop, donde aflora la ironía. “Porque hay muchos infiernos y nosotros le hemos dado un punto de dulzura”, apuntan Los Modernos.
Por ello, a las mismas puertas del infierno estos leoneses dicen (…) No tengo miedo a esta experiencia: el inframundo, la magia negra, un largo viaje de ida sin vuelta, sin equipaje, nuevas fronteras. (…)
Canción que terminó con un Ye Ye.
Los Modernos no se resistieron a la Lujuria, sabían que les iba a gustar. (…) En el círculo vicioso, reina la promiscuidad, es un circo surrealista y pop art. (…) Decidme, por favor, si me puedo quedar yo también. (…)
Ni una concesión le dieron a los iracundos y perezosos estos mozos de León. (…) Yo lo siento por ti, lo lamento por ti, yo lo siento por ti, pero no puedo ayudarte a salir. (…)
La cosa cambia con los herejes y epicúreos. (…) Presiento que el tiempo nos dará la razón, es algo más que una intuición, presiento que existe otra explicación, no creo en cuentos de terror. (…)
Sobre traidores, que son una especie de santísima satanidad, La Bestia -el Anticristo-, El dragón -el Antidios-. Lo tienen muy claro. (…) Desde aquí controlo el mundo con enorme precisión, no me cuido, bebo, fumo, y me gusta el rocanrol. (…)
Una banda sonora ideal para transitar por Infierno.
Los cuentos
En la parte literaria dejan su buen hacer Adolfo Álvarez, en el Prólogo. El limbo lo sueña Ana Merino. La Lujuria la palpa Susana Barragués. La gula la saborea Avelino Fierro. La avaricia y la prodigalidad las acapara Ignacio Abad. La ira y la pereza las despierta Óscar M. Prieto. La herejía la comulga Juan Aparicio Belmonte. La Violencia la amansa Noemí Sabugal. El fraude lo combate Ana Flecha. La traición la condona Ana Isabel Conejo y el Épilogo lo rubrica César García.