César Pérez Gellida, ganador del Premio Nadal 2024 con Bajo tierra seca, compartió con sus lectores un rato divertido, esclarecedor, intenso y entretenido este jueves en la librería Santos Ochoa.
Nada más comparecer ante sus incondicionales, César Pérez Gellida los hizo reír y aplaudir. Así se eliminaba la tensión de un golpe, no sabemos si la suya o la del público.
El escritor conversó e intercambio pareceres de sus obras con los lectores a través de las preguntas que le iba realizando Javier Martín Prieto.
Confesó que seguía teniendo la misma rutina después de haber ganado el Premio Nadal. No le ha cambiado la vida literaria. “Mi trabajo consiste en sentarme delante de un teclado que no sabe que he ganado el premio Nadal”. En cuanto a la pública, ha captado más la atención de los medios de comunicación y de las redes sociales. Y a nivel emocional: “el Nadal ha significado mucho”.
Martín Prieto señaló que Bajo tierra seca es una novela redonda. “No le sobra nada. Tiene carga psicológica, muy bien construidos los personajes y ensambla las partes de una historia real”, matizó el escritor salmantino.
Pérez Gellida no sigue ningún método a la hora de escribir un libro. Comenzó a escribir porque no podía dormir y en el caso de Bajo tierra seca partió de una idea. En los tres primero capítulos hizo una estructura de guion, pero era muy cerrada y no le funcionó, por lo que volvió a su sistema, donde hay conexiones. “Hay mucho trabajo y es incómodo y engañoso para los lectores, pero a mí me vale”.
El escritor vallisoletano explicó que crea distintos perfiles de personajes para que empaticen con más lectores. En este momento de la presentación, hablaron de las adicciones de los personajes y lo mucho que le gustaban al público. Del alma le salió a Pérez Gellida, no una, sino dos veces, esta frase: “Mis lectores son unos taraos”. Lo que provocó la carcajada de todos los presentes.
Y razonó cómo eran los personajes y el sentido de la descripción de sus lectores. Los personajes de Bajo tierra seca son adictos, excepto Rosario, que en palabras del autor es puro amor y solo se prostituye para darle de comer a su hijo. “Los demás están enganchados a algo. Jacinto Padilla al sexo o Antonio Monterroso, personaje que empatiza con muchos lectores, es la maldad absoluta, aunque entiendes los porqués”.
Contó que a los personajes de Bajo tierra seca los ha querido y odiado porque se ha tenido que meter en personalidades donde no le ha gustado estar. “Comparto con ellos el ADN, pero no soy ninguno de estos. Tienen su voz y su desarrollo”.
Eso sí, si alguna vez Bajo tierra seca se llevara al cine, a César Pérez Gellida le gustaría ponerse en la piel de Patricio, porque sabe qué y por qué tiene que hacer las cosas. “El resto son unos hijos de puta retorcidos”, se desahogó.
Entre sus novelas siempre habrá un lugar destacado para Bajo tierra seca, pero su obra más querida es Quimera. “Gracias a esa novela supe que me podía dedicar a esto”.