Opinión

Las bicicletas son para el verano y para todo el año

El carril bici. Fotografía. Miguel Barrueco.

El uso recreativo de la bicicleta, para hacer deporte, o como medio de trasporte, está aumentando considerablemente en los últimos años y lo va a hacer cada vez en mayor medida.  Doy fe porque soy de esas personas que han llegado a subirse a la bici con una edad ya avanzada y que, poco a poco, me he ido “enganchando” a la práctica continuada del ciclismo.

Los fines de semana fundamentalmente, pero no solo, en las carreteras se pueden observar grupos de ciclistas bien preparados físicamente, que practican el ciclismo desde hace muchos años y también ciclistas solitarios, entre los que me encuentro, que no damos la talla para incorporarnos a un grupo porque no somos capaces de seguir su marcha, por lo cual la mejor de las soluciones es ir un poco “a nuestro aire” sin condicionar a nadie.

Uno de los cambios que, como usuario de la bici, he observado en los últimos cuatro o cinco años es el aumento del respeto que los conductores de otros vehículos tienen con los ciclistas, de tal forma que a pesar de que existan accidentes, algo que es inevitable, la seguridad del ciclista ha aumentado y el riesgo ha disminuido. Creo que existe mayor concienciación de conductores y ciclistas de la importancia de la seguridad cuando unos y otros compartimos viales de circulación.

También es cierto que los dispositivos de seguridad que ahora se llevan en las bicicletas, como sistemas automáticos de alerta en caso de accidente, GPS y radar, contribuyen a la seguridad del ciclista y a que pueda observar mejor la aproximación por su espalda de otros vehículos y preste más atención hasta que el vehículo que se aproxima le haya superado.

Generalmente se asevera que las carreteras nacionales con un arcén amplio son las más seguras para la práctica del ciclismo, cuestión que probablemente es cierta si la carretera corre paralela a una autovía y por ello tiene menos tráfico, pero no es menos cierto que existen carreteras comarcales o locales más estrechas, incluso sin arcén o con un arcén reducido, con menos tráfico, que son igualmente seguras si se observan las normas de circulación y se pone atención y un poco de sentido común al circular por ellas.

Afortunadamente cada vez hay más carriles bici no solo en las ciudades sino entre la ciudad y los pueblos del alfoz que la rodean y estos carriles bici son cada vez mejores, pero en la mayoría de las ocasiones estos carriles van paralelos a paseos peatonales y frecuentemente los peatones invaden el carril bici y ponen en riesgo la seguridad de los ciclistas. No siempre y necesariamente el carril es más seguro que la calzada.

El carril bici en las ciudades es una medida necesaria y posiblemente transitoria en el camino hacia una ciudad con menos coches, algo que algunas ciudades como Paris o Londres han desarrollado en los últimos años y que ha cambiado la percepción de la ciudad por vecinos, visitantes y turistas; además con estas transformaciones las calles se disfrutan y las ciudades son más humanas y sostenibles.

Un ejemplo importante es observar cómo incluso en las ciudades grandes como las ya citadas Londres y París numerosas personas se desplazan diariamente a su trabajo en bicicleta, cambiando la estampa de la propia ciudad. Otro ejemplo de esta transformación de la ciudad, este más viable en ciudades más pequeñas, es ver escolares que acuden a su centro educativo en bicicleta, acompañados por sus padres o hermanos, en grupos de compañeros y a partir de cierta edad solos.

Con la implantación de la bicicleta como vehículo de uso cotidiano por un número creciente de ciclistas está ocurriendo lo mismo que sucedió cuando se inició la peatonalización de numerosas calles de las ciudades que, como siempre sucede, aparecieron resistencias al cambio del modelo de ciudad. Hoy ninguno de los vecinos y comerciantes de las muchas calles peatonalizadas se plantearía volver atrás. Con la bici sucederá igual.

Miguel Barrueco Ferrero

Médico y profesor universitario

6 comentarios en «Las bicicletas son para el verano y para todo el año»

  1. Buenas tardes estoy en todo de acuerdo menos el que es mejor ir solo yo creo que es mejor siempre acompañado por lo que pueda pasar lo que pasa que hay que saber elegir el grupo que se adapte a nuestras fuerzas hay montones de grupos aquí en Móstoles yo me quedo asustado cuando voy a caminar un sábado por la mañana o domingo por la mañana en una distancia de seis kilómetros que puedo tardar hora y media u hora y cuarenta minutos me puedo cruzar con 250-300 bicicletas grupos de quince veinte pero también hay familias que van los cuatro miembros de la familia a otro ritmo y no es que anden todos igual se adaptan al que menos anda por todo me sigue gustando la bicicleta mucho ánimo a todo el mundo

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  2. Es una pena que en Salamanca el gobierno municipal no se tome en serio este medio de transporte. El carril bici aún no forma una red urbana conectada y le falta muchísimo para serlo. Por otra parte el carril bici actual no cumple las exigencias técnicas de ancho (unos 3 metros, según circunstancias) y separación del tráfico motorizado o peatonal mediante bordillos, bolardos, tachuelas, medianas ajardinadas, etc. A estas alturas la única manera de conseguir un carril bici funcional y seguro es quitar espacio al coche. Pero en España eso se considera revolucionario. Aquí los ayuntamientos de derechas no se quieren enterar de que lo están haciendo en ciudades de todo el mundo donde están cambiando rápidamente hacia la movilidad en bici.

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  3. El carril bici en Salamanca es una chapuza peligrosa, ancho más que insuficiente en muchos puntos, estado del firme solo apto para bicicletas de montaña en tramos como el de la zona de Mirat, puntos ciegos en cruces, límites laterales de metal puestos de canto o granito con ángulos de 90 ° , bordillos sin ajustar y la falta de respeto de peatones, peatones con mascotas, padres con niños pequeños con bicis sin pedales o patinetes de juguete y vehículos que no entienden que en cruces con paso de peatones y carril adyacente tienen preferencia si no hay semaforo, y ni un centímetro de carril bici en la zona centro. Etc…etc…etc…

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  4. En Salamanca es necesario organizar un carril bici organizado, conectando los diferentes espacios. Y por supuesto más amplio. Se trata de que se use menos el coche. Esa es la idea

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  5. En general buena reflexión. La disputa sobre si ir en grupo o en solitario no es el eje fundamental del debate. Allá cada uno en sus salidas, si puede ir en grupo o no, si lleva geolocalizador, si comparte ubicación en tiempo real con la suegra. Lo esencial del debate es la bici urbana y ésta como desplazamiento frente al coche para ir al trabajo o actos sociales. En ese caso lo de ir en grupo va a ser secundario. El problema es que Salamanca llegó tarde y mal al carril bici y el trazado expulsa la bici del centro urbano. El problema es que el espacio del carril bici se ha hecho a expensas del espacio de los peatones y no detrayendo espacio al automóvil. Con ello se generan muchos conflictos como sucede en el tramo final de Federico Anaya, que se limitó a quitar espacio al peatón, no segregado limitado a poner pintura verde en el suelo. Con ello el ayuntamiento consigue la mala leche y la mala prensa de los peatones hacia las bicis.
    Es cierto que algunas bicis deben de respetar las señales y sobre todo a los peatones en zonas peatonales, (y ningún coche debería tampoco saltarse un semáforo en rojo o ámbar como suelen hacer habitualmente)
    Por otro lado los trazados y perfiles de los carriles bici muchas veces contravienen los estándares de seguridad internacional. Los hay que el borde es directamente un bordillo de 15 cm de altura, que puede provocar caídas a la calzada donde van los coches (subida desde los chalets de Villamayor hacia la rotonda del cementerio). Es verdad que hay carriles inútiles encajonados entre un terraplén y una valla, como sucede en la trasera de la calle de la Radio y que por ello no usa nadie. Cómo va a creer el ayuntamiento en la bici como medio de transporte si sus concejales no han visto de cerca una bici desde que usaron triciclo.

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  6. Carriles bici como el de la trasera de la calle de la Radio, aparte de tener 3 giros en 90 grados que obligan a invadir el sentido contrario al tomar la curva sin visibilidad, no reúne la anchura mínima razonable. Por las dimensiones y porque un carril bici, ni una calzada, nunca puede tener como borde, directamente una tapia como ocurre aquí. Os imagináis un carril de coches estrecho y cuyo borde sea literalmente la un muro? Acabaría rayado irremediablemente al cruzarse con otro vehículo.

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