El Banco de España ha puesto su punto de mira en la viabilidad del sistema de pensiones de cara a los próximos años. De esta manera, el organismo duda de las previsiones del Gobierno y señala que nuestro país necesitará 24 millones de trabajadores extranjeros para poder mantener la relación actual entre empleados y pensionistas.
Tal y como señala el Banco de España en su informe anual, publicado este martes y recogido por El País, ni la llegada de inmigrantes, ni las subidas de las cotizaciones, ni los incentivos a retrasar la jubilación serán suficientes para abordar “uno de los mayores desafíos a los que se enfrentarán las principales economías en los próximos años”.
En el caso de España, según el INE, en el año 2053 prevé que haya 14,8 millones de pensionistas, 18 millones de españoles en edad de trabajar y 12 extranjeros activos. Teniendo esto en cuenta, el Banco de España considera que para mantener la tasa de dependencia actual entre trabajadores y pensionistas del 26%, sería necesario que el número de inmigrantes subiera en más de 24 millones, hasta alcanzar los 37 millones de extranjeros activos.
Sin embargo, “no parece probable que la inmigración pueda evitar el proceso de envejecimiento en el que ya se encuentra inmerso nuestro país”, advierte el organismo dirigido por Pablo Hernández de Cos. Además, este último ha recordado que, pese a paliar la escasez de mano de obra, los inmigrantes no cuentan con la formación de los españoles.
Por otro lado, respecto al sistema de pensiones, el Banco de España ha puesto en duda las proyecciones del Gobierno y la Comisión Europea. Así pues, duda tanto de las partidas previstas, que espera sean más elevadas de lo previsto, y cuestiona los incentivos a quienes retrasen la jubilación, ya que considera que hay mucha incertidumbre al respecto, así como que el ahorro previsto será inferior debido a que esas pensiones serán más elevadas por los incentivos.
El Banco de España también aborda en su informe anual el aumento de la presión fiscal por la inflación. De esta manera, calculan que desde 2019, alrededor de un tercio del aumento de la recaudación por el IRPF se debe a la falta de actualización de las tarifas con los precios. Esto es, debido a la subida salarial, los trabajadores han dado un salto de tramo, pagando más como consecuencia. Además, cifran en el 14,7% el tipo medio que se paga por IRPF en 2023, frente al 12,8% de 2019.
Sin embargo, pese al aumento de la presión fiscal y, por tanto, de la recaudación pública, el déficit también ha aumentado, pasando del 3,1% del PIB en 2019 al 3,7% en 2023 según los cálculos del Banco de España. Por ello, la institución considera necesario un ajuste de alrededor del 0,5% del PIB durante siete años, aunque advierte que afectaría al crecimiento. De la misma manera, pide una recomposición de los ingresos y gastos con el objetivo de lograr una mayor eficiencia y calidad.
