Pese a que haya a quienes les pueda resultar difícil hacer amigos, existen algunos trucos o estrategias que pueden facilitar esta tarea. Además, todas ellas pueden resultar útiles sin importar la edad ni tampoco el ámbito o la situación en los que uno se encuentre.
Una de las ‘fórmulas’ pasa por hacer un cumplido como forma de iniciar una conversación con alguien desconocido o al que se ha visto en muy pocas ocasiones. De esta manera, con un simple “me gusta tu jersey, ¿de dónde es?”, el otro estará más predispuesto a hablar y a conocer a los demás.
En la misma línea, también se puede recurrir a preguntar por la opinión que tiene el otro sobre un tema. Por ejemplo, en caso de estar en un museo, se puede pedir el parecer sobre una determinada obra. También se puede pedir una recomendación, una estrategia que aportará además un tema de conversación del que hablar en ocasiones posteriores tras haber conseguido la sugerencia.
Junto a todo lo anterior, otra de las opciones consiste en ser directos. Esto es, no andarse con rodeos y mostrarle a la otra persona la intención de conocerla o seguir en contacto. En estos casos, para quienes no quieran pedir el número de teléfono de primeras, pueden optar por preguntar por su usuario en alguna red social.
Finalmente, también hay que tener en cuenta que además de decir las cosas, también hay que ponerlas en práctica, por lo que no debe obviarse la importancia de mantener el contacto y la relación con la gente que se conoce. Siguiendo con el ejemplo anterior, de nada sirve pedirle a alguien su teléfono o su usuario en una red social si después no se le llama o se le escribe.