Oídos sordos ante el ruido de las terrazas y el ocio nocturno

El PP se resiste a incluirlo en el mapa de ruidos y dice que la Policía Local ya controla las zonas de bares y “donde lo requieren los vecinos”
Terrazas en San Julián, a mediados de abril.

El llamado mapa de ruidos de Salamanca permite determinar la exposición de la población al ruido ambiental y, con base en esos estudios, adoptar las medidas oportunas para reducir la contaminación acústica y las molestias que ocasiona a los ciudadanos.

El primer mapa se elaboró en 2014. Había que revisarlo y actualizarlo en 2019, pero el PP ya lo retrasó hasta 2020. Como su vigencia es de cinco años, no sería necesario revisarlo hasta 2025, pero la oposición se teme que vuelva a retrasarse.

En los últimos años, sobre todo, a raíz de la pandemia y la proliferación de terrazas que han llegado para quedarse, y de los pisos turísticos, el ruido asociado al ocio nocturno se ha convertido en un serio problema en Salamanca.

Incluso algunos vecinos de las zonas céntricas han tenido que cambiar de vivienda por las molestias.

Tanto es así que en 2018 se pusieron 567 denuncias por ruidos tres años después esa cifra se disparó hasta las 5.381, según denunció este viernes en el Pleno municipal la concejala socialista María Jesús Santamaría.

Santamaría propuso incluir en el nuevo mapa de ruidos las terrazas y el ocio nocturno, pero recordó que incluso ahora el Ayuntamiento dispone de herramientas para combatir esas molestias, prevenirla o reducirlas. Son el mapa de ruidos en vigor y la ordenanza sobre protección del medio ambiente contra las perturbaciones por ruidos y vibraciones, donde se establece que compete al Ayuntamiento actuar de oficio a instancia de parte controlar el cumplimiento de esta normativa con inspecciones y sanciones.

“Hay mapa, hay ordenanza, pero no se cumplen. El problema es que el equipe d Gobierno gobierna para sí mismo y sus intereses”, dijo.

El PP dice, por boca de a concejala María José Coca, que en el nuevo mapa de ruidos “se aprecia un descenso del ruido por la peatonalización de la ciudad, la reducción de la velocidad máxima, el carril bici, el sistema de préstamo de bicicletas y los autobuses eléctricos”.

Alega que el mapa estratégico de ruidos solo se refiere a las molestias que ocasionan el tráfico rodado, el ferrocarril, la actividad industrial y el aeropuerto. Aquí la mitad de esos factores de riesgo no se dan, pero existen otros como las terrazas y los pisos turísticos (donde proliferan las fiestas ruidosas), que han convertido el centro en un lugar hostil para los vecinos.

“Ni el mapa de ruidos ni el plan de acción recogen ni actúan sobre el ocio nocturno ni sobre las zonas con pisos turísticos, ruidos con los que este equipo de gobierno está muy sensibilizado, motivo por el que se han mantenido reuniones con asociaciones contra el ruido y asociaciones de vecinos de las zonas afectadas, y se trabaja para evitar, prevenir y reducir los efectos nocivos aumentando las actuaciones policiales, controlando las zonas de ocio y donde lo requieren los vecinos”. Catapún chim-pum.

3 comentarios en «Oídos sordos ante el ruido de las terrazas y el ocio nocturno»

  1. La única opción que nos deja a los vecinos este ayuntamiento es denunciar y mejor denunciar ante un juez porque está claro que pasa del tema.

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  2. ¿ Quién manda realmente en esta ciudad ?, la hostelería. Pues eso.
    A los vecinos que nos den.
    Sigamos gozando de lo votado.

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