Tipos de suelo radiante: cuál elegir

El suelo radiante por agua o hidráulico es la mejor opción

En la actualidad, no tenemos ninguna duda de que los sistemas de climatización nos hacen la vida mucho más fácil y, al mismo tiempo, mucho más cómoda y confortable. Después de todo, a lo largo del siglo XX y en lo que llevamos del XXI los avances tecnológicos han sido gigantescos y hemos conseguido, en menos de un siglo, conseguir que nuestras viviendas y puestos de trabajo se conviertan en lugares donde poder vivir o trabajar disfrutando de una temperatura ideal para nuestro organismo a lo largo de todas las estaciones del año.

Además, también podemos decir que, aunque hace algunas décadas, el objetivo de los sistemas de climatización era lograr alcanzar la temperatura de confort en los espacios interiores en que vivimos y trabajamos, en la actualidad, además de ello, se tiene en cuenta la eficiencia energética dependiendo del gasto de electricidad. Es decir, que lo que se busca es gastar la menor cantidad de energía posible para seguir manteniendo los mismos niveles de confort en el interior de nuestras viviendas o lugares de trabajo.

Entre los sistemas que más se llevan utilizando durante las últimas décadas, sin lugar a dudas, se encuentra el suelo radiante. Ahora bien, al igual que podemos encontrar una gran gama de tipos de aire acondicionado, también podemos encontrar un par de tipos de suelo radiante con características bastante diferentes.

Si no sabes cuál elegir, no te preocupes, ya que hemos hablado con los profesionales de tsclima.com para ayudarte a tomar una decisión con la que elevar el nivel de confort de tu hogar manteniendo la eficiencia energética y ayudándote a ahorrar dinero a final de mes. Si quieres conocer más sobre los dos tipos de suelo radiante que existen, te recomendamos seguir leyendo.

¿Qué es el suelo radiante?

El suelo radiante es un tipo de sistema de climatización que cuenta con la ventaja de distribuir el calor de manera uniforme a lo largo y ancho de una vivienda, ya sea en una casa, un piso, un apartamento o una oficina. Este es uno de los sistemas más estéticos que podemos encontrar en el mercado, ya que se instala oculto bajo el suelo y permite la existencia de una climatización invisible, efectiva y eficiente que no ocupa espacio en el interior de las habitaciones.

Además, no produce corrientes de aire, no produce sequedad ni mueve polvo y ácaros, a diferencia de otros sistemas de climatización. En rasgos generales, podemos decir que existen dos tipos de suelo radiante: el que funciona por electricidad y el que funciona por agua. El planteamiento de ambos sistemas es muy similar, pero cuentan con características bastante diferenciadas entre ambos sistemas de climatización debido a las características del funcionamiento de cada uno de ellos.

¿Qué es el suelo radiante eléctrico?

El suelo radiante eléctrico es un sistema de climatización que funciona gracias a la instalación de una resistencia eléctrica bajo el suelo. Este sistema puede ser una malla calefactora o un circuito de cable que se coloca sobre una lámina aislante. Por este motivo, va conectado a la corriente y consigue hacer que la energía eléctrica se transforme en energía calorífica, gracias a lo que consigue que, desde el suelo, se irradie calor, de manera uniforme, al ambiente de la estancia.

Es, por así decirlo, un sistema bastante parecido al de los radiadores pero que, en este caso, queda oculto bajo el suelo de las estancias. Normalmente, cuentan con un termostato que permite el control de la temperatura de este sistema de climatización, pero también existen otras opciones en las que se instala un termostato en cada estancia que permite un control más preciso de la temperatura de cada habitación y que incluso permite apagarlo en aquellas estancias que no estemos utilizando en un determinado momento o que no tengamos pensado utilizar.

Existen distintos sistemas que se consideran bajo el término de “suelo radiante eléctrico”, como el cable y la malla radiante, que hemos nombrado, pero también existe la losa radiante eléctrica. En cualquiera de los tres casos un fallo en todo el sistema, podría dejar sin climatización a toda la vivienda.

Por supuesto, el llamado “folio radiante eléctrico” que está formado por una serie de láminas independientes repartidas por las distintas estancias de la vivienda y que se instalan de forma independiente y, por lo tanto, funcionan de manera independiente. Por este motivo, un fallo en uno de ellos, no detendría el funcionamiento del resto del sistema de climatización.

¿Cuáles son las ventajas y desventajas del suelo radiante eléctrico?

Entre las principales ventajas del suelo radiante eléctrico, podemos mencionar que es un sistema de baja temperatura que es capaz de proporcionar un confort elevado durante los días más fríos del año. También podemos mencionar que es eficiente y se calienta bastante rápido, permitiendo un nivel de control bastante apurado, especialmente si disponemos de termostatos en cada una de las estancias y, por supuesto, no requiere de la instalación de una caldera para su funcionamiento.

Sin embargo, también dispone de algunas desventajas, ya que, aunque es un sistema eficiente, gasta bastante electricidad, lo que puede tener un reflejo en un mayor gasto en la factura de la luz a final de mes. Asimismo, es un sistema de climatización exclusivamente pensado para el invierno, ya que sólo proporciona calefacción y no refrigeración.

¿Qué es el suelo radiante por agua o hidráulico?

A diferencia del suelo radiante eléctrico, el de agua presenta una estructura muy parecida, pero, en lugar de utilizar cables o una malla eléctrica, utiliza un circuito cerrado de pequeñas tuberías, que se instalan bajo el suelo de toda la vivienda. Por el interior de estas tuberías circula agua fría o caliente, ya que este sistema puede ir conectado a una caldera o a un sistema de aerotermia, lo cual permite obtener la temperatura de confort deseada a lo largo de todo el año que se irradia desde el suelo al ambiente las habitaciones del hogar o del lugar de trabajo.

Es, precisamente, el agua que circula a través del circuito de tuberías la encargada de transmitir el calor o el frío a todas las estancias de la vivienda a través del pavimento. Por ello, podemos decir que es uno de los sistemas de climatización que mejores resultados presentan en cuanto a confort térmico y comodidad. Ahora bien, este sistema presenta una inercia térmica mayor que el suelo radiante eléctrico, lo que quiere decir que tarda más en alcanzar la temperatura deseada, así como también tarda más en apagarse.

Al igual que el anterior sistema, el suelo radiante de agua conectado a un sistema de aerotermia, puede contar con termostatos en cada una de las estancias para regular de manera más eficiente la temperatura de cada una de ellas, aunque también podemos contar con un sistema que cuenta con un único termostato para toda la vivienda o lugar de trabajo.

Ventajas y desventajas del suelo radiante de agua o hidráulico

Entre las ventajas principales del suelo radiante de agua, debemos destacar que es uno de los sistemas más eficientes desde el punto de vista energético. Por este motivo, se considera uno de los más respetuosos con el medio ambiente, que permite reducir las emisiones de CO2, y que, por ello, puede ayudarte a reducir el coste de tu factura de la luz mes a mes.

Otra de las ventajas de este tipo de sistema de climatización es que sirve para proporcionar calefacción en invierno y refrigeración en verano, a diferencia del suelo radiante eléctrico, que únicamente sirve para proporcionar calefacción debido a que las resistencias con las que cuenta este sistema únicamente transmiten energía calorífica.

Al igual que el suelo radiante eléctrico, su instalación —y sus reparaciones— requiere de la realización de obras, lo que necesita de una inversión bastante grande. Sin embargo, con el ahorro energético que proporciona, esta se puede amortizar fácilmente a medio plazo, lo que, en principio, una desventaja, se convierte en una ventaja.

En este sentido, sólo podemos sacarle una pega: el hecho de que tiene una mayor inercia térmica, que hace que, al encenderlo o apagarlo, la temperatura tarde unos minutos más en adecuarse a nuestros gustos. Sin embargo, tenemos bien claro que, si no sabes cuál elegir, el suelo radiante por agua o hidráulico es la mejor opción.

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