La Junta se opone a las “restricciones” a la libertad de información y a las «listas negras» de periodistas

El portavoz de la Junta y consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, rechazó este jueves la posibilidad de establecer “restricciones” a la libertad de información y de opinión. “Nosotros no estamos dispuestos a hacer listas negras de periodistas, listas negras de medios de comunicaciones, listas de medios buenos y malos”, dijo en la comparecencia posterior al Consejo de Gobierno.

ICAL. Tras la presentación ayer de una proposición de ley de Publicidad Institucional para combatir la desinformación por parte del procurador de Unidas Podemos, Pablo Fernández, el consejero portavoz expresó su “respeto y “apoyo absoluto” a los medios de comunicación que señaló están sufriendo “tantas críticas” por parte de algunos responsables políticos. ”Creo que hacen ustedes un trabajo extraordinario», sentenció.

En ese sentido, Fernández Carriedo evitó entrar en el debate o responder al parlamentario, que además recordó es candidato a las elecciones europeas del 9 de junio, si bien sí quiso fijar la posición de la Junta en relación a la política institucional y los medios de comunicación, que destacó forman parte de los derechos y libertades consagrados en la Constitución Española, que añadió reconoce el derecho a la libertad de información, como de expresión, unos valores que aseguró van a garantizar.

De esta forma, el consejero portavoz consideró “inadecuado” cualquier elemento que genere “restricciones” a la libertad de información, ante las condiciones recogidas en el texto presentado en las Cortes para acceder a la publicidad institucional por parte de aquellos medios de comunicación condenados por difundir informaciones falsas. No obstante, señaló que es algo que quien lo promueve puede defender desde sus “principios” e “ideologías”.

Fernández Carriedo aseguró que desde el Gobierno autonómico van a “colaborar”, “respetar” y hacer posible la tarea encomendada a los medios de comunicación. “En eso estaremos siempre atentos, implicados y será nuestra función”, dijo para añadir que la Junta aplica la Ley de Publicidad Institucional y la normativa sobre contratación de la Administración Pública.

Finalmente, el portavoz señaló que en el último año fueron unos 270 los medios de comunicación con los que mantuvieron algún tipo de relación o publicidad institucional. Además, indicó que respetan “a todos ellos» y, especialmente, el trabajo que hacen ellos y los propios periodistas.

Alfonso Fernández Mañueco

Por su parte, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, sugirió este jueves una “reflexión” por la libertad de prensa y pidió que “se acabe el ataque de señalamiento a periodistas o jueces” durante la presentación en la librería Santos Ochoa de la Gran Vía de Salamanca del libro ‘Casi. Una crónica del desamparo’, del periodista Jorge Bustos, “una de las voces más sólidas del panorama periodístico español”, en palabras del mandatario autonómico.

Fernández Mañueco, durante su intervención en el acto, calificó al informador madrileño, subdirector del diario El Mundo desde 2022 y colaborador habitual de medios como COPE, Telecinco y La Sexta, como un “fino cronista parlamentario” y “una de las voces más destacadas en defensa de la libertad de prensa y matizó que, aunque el libro presentado hoy “va por otros derroteros”, también “habla de la calidad de la democracia” y, por tanto, permite esa reflexión a la que hizo alusión previamente.

Sobre la obra, ‘Casi. Una crónica del desamparo’, Mañueco teorizó sobre la importancia de la dignidad humana. “Cuando uno lee este libro se da cuenta de que una casualidad, que es que él se traslada de casa y empieza a encontrarse con personas que viven en situación de calle, permite ver que cuando uno colectiviza un problema, le intenta quitar importancia. Es una profunda investigación, libro de periodismo social muy documentado, que le pone cara y ojos a esas personas,”, resumió el presidente.

“Uno, cuando analiza situaciones como las que aquí se narran, se da cuenta de que en esta tierra, acogedora, abierta, solidaria, también vivíamos situaciones así. Es verdad que es un fenómeno de grandes ciudades, se cuenta lo que ocurre en las megalópolis, pero creo que poner cara y ojos a esas personas es muy importante”, reiteró.

Por otro lado, Mañueco hizo un elogio de los trabajadores de los servicios sociales, responsables, en muchos casos, de aliviar este tipo de situaciones a las personas que lo necesitan. “Dentro de las sombras de este libro, hay luces muy importantes. Los profesionales hacen una labor destacable: Cáritas, Cruz Roja, tantas y tantas ONG, Proyecto Hombre, por mencionar algunas. Hacen una gran labor con todas las personas que tienen adicciones, o situaciones económicas de las que no son capaces de salir, y yo creo que hay que hacer un esfuerzo para colaborar entre todos”, reflexionó.

En este punto invitó a colaborar entre administraciones pública, entidades del tercer sector y los propios profesionales de los servicios sociales. Además, reconoció que este es un ámbito donde las entidades locales tienen un “papel fundamental” que “a veces no sale en las grandes pantallas”. “Por eso creo que es libro viene a dar voz a esas personas que habitualmente no tienen voz”, reflexionó.

En último término, se dirigió al autor para elogiar su trabajo en esta obra. “Que hagas un esfuerzo en esta labor de periodismo social me parece crucial. Y este libro viene a poner, desde luego, un documento muy importante. Relatar hechos concretos de personas que están pasando dificultades y todos tenemos un deber en tratar de colaborar en resolver esta situación”, concluyó.

Por su parte, el periodista Jorge Bustos reconoció que esta obra supone un “cambio de registro” respecto a su trayectoria y quehacer periodístico diario, que tiene más que ver con la crónica política. “Nunca pensé escribir un libro como éste. No he hecho nunca periodismo social y no me imaginé que iba a estar un año entero investigando el fenómeno de las personas sin hogar. Pero este libro nace de una casualidad. Cuando me mudé al barrio donde vivo, me empecé a cruzar con los usuarios del Centro de Acogida San Isidro, el más antiguo y más grande de España”, comentó sobre la motivación para escribirlo.