El PSC ganó este domingo las elecciones al Parlament de Cataluña y Salvador Illa podrá reeditar el tripartito con ERC, que sufre un duro correctivo, y los Comunes-Sumar, que también obtienen peores resultados que en los comicios de 2021. Entre todos suman 68 escaños, justo el límite de la mayoría absoluta.
Las elecciones catalanas han constatado refuerzo de los partidos nacionales, como los socialistas, que ganan 200.000 votos y 9 escaños, y del PP, que suma 231.000 votos y 12 escaños más que hace tres años, gracias, entre otros motivos, a que absorbe 136.000 de Cs, que desaparece del Parlament siete años después de que ganara las elecciones.
Gracias a la desaparición de Cs el PP supera claramente a Vox, a pesar de que los ultras se mantienen con 11 diputados (igual que hace tres años) y 28.000 votos más que en 2021. Entre los dos partidos de derecha y extrema derecha españoles ganan un cuarto de millón de votos (de ellos 130.000 eran de Cs).
El bloque nacionalista catalán pierde unos 50.000 votos respecto a las anteriores elecciones, un descenso que habría sido más notable si la extrema derecha nacionalista de Aliança no hubiera cosechado 118.000 votos que, en el mejor de los casos, habrían ido a Junts.
Además de la irrupción de la extrema derecha catalanista en el Parlament, el otro movimiento en el selo del nacionalismo atañe a las dos grandes formaciones. Junts le arrebata la hegemonía a ERC que paga caro su negociación con el Gobierno central.
Ahora falta por ver si estos resultados afectan al Gobierno de Pedro Sánchez, que depende de Junts y de ERC, y si Puigdemont cumple su palabra (que no puede tener mayor descrédito) y deja la política al no ganar las elecciones y no poder presidir la Generalitat.