“El topillo” | Sánchez, una pesadilla que no cesa

Para chasco de los que le consideran el mayor enemigo de la democracia española, Sánchez ha salido muy reforzado de los comicios catalanes
Pedro Sánchez, el día que anunció que se quedaba.

Confieso que sigo sin tener claro si el famoso retiro espiritual de Pedro Sánchez obedeció a un momento de debilidad humana o se trató de un juego de manos propio de los trileros de la calle Sierpes. Muchos políticos de la oposición y la mayoría de sus coristas mediáticos -esos que conforman lo que se ha dado en llamar “fachosfera”- que luego se abonaron a la segunda hipótesis tampoco lo tuvieron claro en vísperas de la decisión, cuando deslizaron que su abandono constituiría una cobarde “espantá” casi como la de Cagancho en Almagro.

Ignoro por tanto si, como también se dijo, el episodio formaba parte de una estrategia para realzar su papel en la campaña de las elecciones catalanas. Pero de lo que no cabe duda es de que, para chasco de los que le consideran el mayor enemigo de la democracia española, Sánchez ha salido muy reforzado de los comicios catalanes. Ni pensar quiero qué habría dicho y escrito su legión de detractores si el independentismo hubiera avanzado en esta cita con las urnas. Pero ha ocurrido justamente lo contrario: Ha retrocedido a niveles del siglo pasado, dejándose en la gatera 13 de los 74 escaños que sumaban del total de los 135 que integran el Parlament. Y ello supone un espaldarazo a su política de “desinflamación” que se ha visto obligado a reconocer hasta el “Abc”, diario no precisamente sospechoso de regalarle los oídos al inquilino de La Moncloa.

Los resultados del 12-M catalán arruinan la tesis de que Sánchez ha sido un gran fabricante de independentistas, condición que, histórico electoral en mano, tienen completamente acreditada José Maria Aznar, con su oposición a la reforma del Estatut, y Mariano Rajoy, con su desastrosa gestión del simulacro de referéndum del 1 de octubre. Naturalmente, la legión de opinadores detractores no se resigna a reconocer dicha evidencia. Imposible cuando para muchos de ellos el pérfido Sánchez se ha constituido en una enfermiza obsesión, yo diría que en una pesadilla.

«A veces pienso que he perdido la vocación, pero aparece un tipo como Sánchez y me vengo arriba”, tiene declarado Ignacio Camacho, columnista de referencia del “Abc”. “Hacer sátira de Sánchez es una obligación ética y estética”, sostiene Jorge Bustos, columnista y jefe de Opinión del diario “El Mundo”, quien hace unos días presentaba su último libro en Salamanca en presencia del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco.

Por no citar, volviendo al “Abc”, al paisano que ha saludado el resultado de las elecciones catalanas con una columna que empieza así: “Yo me lo imagino como Nerón tocando la lira mientras admira su obra, que no es otra que una España ingobernable y una Cataluña en situación caótica”. (Da la impresión de que el “análisis” estaba escrito antes de conocer el escrutinio y su autor no se ha tomado la molestia de modificarlo). El susodicho, se sospecha que respirando por alguna herida personal, se ha venido tan arriba a la derecha que hace unos días se despachaba con otra columna titulada “Hombres maltratados” que dejaba a la izquierda las posiciones de Vox en materia de desigualdad de género. Eso sí, no se busque en sus columnas ninguna crítica a Óscar Puente, ni así el exalcalde de Valladolid provoque con sus comentarios una crisis internacional que nos ponga al borde de la III Guerra Mundial. La clave, ya lo he apuntado aquí en otra ocasión, la desveló en su día Alvise Pérez, el turbio tuitero que se dedicó a perseguir a Puente durante sus vacaciones veraniegas de 2021.

El que después de las elecciones catalanas también se ha venido arriba, o al menos ha asomado la cabeza, ha sido el procurador Francisco Igea reivindicándose como “el último parlamentario elegido en las listas de Ciudadanos”. Dice esto después de que Vox haya ejercido de tonto útil haciendo el trabajo sucio al PP -que ha lanzado la piedra y escondido la mano- de dejar sin sueldo en las Cortes al que fuera vicepresidente de la Junta y cooperador necesario de la primera investidura de Fernández Mañueco. Ya le advirtió el portavoz a la fuga del grupo popular, Rául de la Hoz, que no se iba de ir de rositas. No como él, por ejemplo, en el “caso Arroyo”.

 La verdad es que, aun expulsado del partido, Igea se atiene a los principios que alumbraron la creación de Ciudadanos como no lo han hecho la inmensa mayoría de sus antiguos conmilitones. Empezando por ese niñato malcriado que ha sido siempre Albert Rivera, quien pasará a la historia como el político español que ha dilapidado el mayor capital político en menos tiempo. Y siguiendo por la que fuera su sucesora, la otrora arrojada Inés Arrimadas, quien, al hacer mutis por el foro y no postularse para presidir la Generalitat tras haber ganado las elecciones catalanas de 2017, condujo el barco directamente al naufragio. Y qué decir del último responsable del invento, el eurodiputado Adrián Vázquez, que, tras fracasar en su intento de entregar el partido al PP, se ha pasado a las filas populares para garantizarse su reelección en la Eurocámara (un caso de trasfuguismo de libro, ya que el baranda no ha renunciado al escaño después de haberse cambiado de partido).

Ya ni les cuento nada del desvergonzado Juan Carlos Girauta, quien, tras iniciarse en política en la rama juvenil de un partido maoista, ha pasado sucesivamente por el Partido de los Socialistas Catalanes, el PP de Cataluña y Ciudadanos hasta abandonar como los roedores el barco a la deriva y recalar en la lista europea de Vox. Un prodigioso viaje desde la extrema izquierda a la extrema derecha que emula el de nuestro ínclito consejero de Cultura, Gonzalo Santonja. De la catadura de Luis FuentesDavid CastañoMiguel Ángel González Rodrigo y demás antiguos dirigentes de Ciudadanos en Castilla y León a los que el PP ha proporcionado sueldo público, qué les voy a contar que no sepan.

 Y un último apunte porque no me queda espacio para más. El domingo se cumplió el décimo aniversario del asesinato de la que era presidenta provincial del PP y de la Diputación de León, Isabel Carrasco. Mucho se ha escrito con motivo de la efeméride, pero solo ha habido una información, la del digital ileon.com, reproducida en la edición regional de eldiario.es, que ha hecho hincapié en los agujeros negros de una instrucción judicial que ha convertido el caso un auténtico expediente X. La autora material del crimen y su amada madre, Triana y Montserrat, penan cárcel sin haber desvelado ciertas complicidades que, de haber salido a la luz, habrían arruinado más de una carrera política. Y ahí lo dejo.

elblogdepedrovicente@gmail.com

1 comentario en «“El topillo” | Sánchez, una pesadilla que no cesa»

  1. casi nada esta es la realidad política y la rabieta de la fachosfera al completo mal que no mejora empeora y la oposición esta bastante tocada esta empeorando bastante a Feijoo y asesores que lo traicionan decirles que hay que curarse antes de que la enfermedad acabe con ellos. por mucha prensa conservadora atacando al gobierno no cambia mas que una cosa es darle mas fuerza y credibilidad al gobierno Cataluña es una clave para los españoles y solo hay que ver como el dialogo puede con el independentismo, tenemos a Puigdemont echando pulsos pero sabe que no lo conseguirá aun no hay nada de nada y el gobierno es quien pone las líneas

    Responder

Deja un comentario

No dejes ni tu nombre ni el correo. Deja tu comentario como 'Anónimo' o un alias.

Más artículos relacionados

Te recomendamos

Buscar
Servicios