La acampada de apoyo a Palestina se instala en el campus de la Usal

Una treintena de tiendas de campaña ocupan desde este miércoles parte de la pradera del campus Unamuno ubicada junto a la plaza de Bolonia, al lado de la facultad Derecho de Salamanca.

Los estudiantes de la Usal plantaron este miércoles a las 12.00 horas las tiendas por Palestina y «por la ruptura de relaciones de «nuestros gobiernos y universidades» con entidades relacionadas con Israel.

Esta movilización se suma a las que ya se han puesto en marcha en una decena de universidades españolas, y otros centros europeos, después de que el movimiento estudiantil brotara en universidades del oeste de EEUU contra el genocidio de Israel a los palestinos en Gaza. Con todo, es la primera de Castilla y León.

La acampada se prolongará sine die «hasta que los gobiernos y la Usal rompan los convenios con universidades israelíes y empresas que colaboran con el el genocidio», dijo Aída Maside, una de las portavoces de la acampada.

Ya han recibido comidas y mantas de los que simpatizan con la causa pero no pueden participar en la acampada.

A lo largo de la protesta organizarán asambleas, comidas y cenas populares así como proyecciones al aire libre. También pedirán a los profesores «afines» que acudan a la acampada para dar allí algunas de sus clases, señaló Coral Buyón, también portavoz de los acampados.

Los jóvenes criticaron de nuevo al Gobierno español por «su complicidad con Israel y no romper relaciones con el estado genocida», dijo, y reprochan a la conferencia de rectores y a la Usal en concreto que se limiten a «emitir comunicado en defensa de la paz mientras se masacra Gaza y se compara al opresor con el oprimido que sufre la masacre. Solo se habla de suspender relaciones académicas y no las económicas con las empresas cómplices del genocidio».

Volvieron a señalar a tres que tienen relaciones con la Usal: el Banco Santander, que financia a empresas israelíes; el BBVA que financia los asentamientos israelíes en tierra palestina, y Hp, empresa que desarrolla el sistema de reconocimiento facial que usa el ejército israelí en la frontera de Gaza y que tiene un centro de desarrollo en el parque científico de la Usal, en Villamayor. «Son palabras vacías sin compromisos. Queremos una declaración de la Usal oponiéndose a la masacre sin peros», apostilló Maside.

En realidad la Usal sí tiene viva una relación con una universidad israelí, la de Tel Aviv con la que aparece vinculada en un convenio de movilidad.