El joven piloto de turismos salmantino Félix Aparicio ya ha demostrado a sus 19 años el potencial que tiene. Prueba de ello fue su victoria en el Campeonato de España de Turismos en el año 2021, convirtiéndose en el ganador más joven de la historia de la competición. Ligado a la velocidad y a las cuatro ruedas desde pequeño, fue pasando por diferentes competiciones a nivel regional y nacional, hasta dar el salto internacional, donde centra su mirada.
En una entrevista con La Crónica de Salamanca ha repasado su recorrido en el mundo del motor, donde se inició a los dos años impulsado por sus propios familiares, quienes, asegura, únicamente le dicen “que tenga cuidado”. Pese a su potencial y corta edad, Aparicio mantiene los pies en el suelo y, aunque confiesa su deseo de dedicarse profesionalmente a los coches, reconoce la dificultad que puede suponer, por lo que estudia una FP de informática para contar con otras opciones laborales en caso de no poder ganarse la vida como piloto.
Empezó con dos años y medio con un kart. Después, a los 6 años, campeonatos regionales, hasta nacional y luego mundial; y con 14 años se montó en un coche. «Empecé en la copa Toyota Cover, que era la única en la que me dejaban participar con esa edad, y luego ya pasé al Campeonato de España de Turismos, que conseguí ganarlo y ser el más joven en hacerlo en 2021 con 16 años», explica el piloto.
¿Cómo decidió ser piloto?
Me compró mi padre un kart, desde ahí me empezó a gustar y, poco a poco, fue evolucionando. Todo como un hobby, hasta que al final me quise dedicar a ello.
¿Lo pasan mal en su casa durante las carreras?
Se ponen nerviosos, pero ya no solo por miedo, sino porque al final en las carreras te pones muy nervioso, puede pasar de todo en pocos segundos.
¿Cómo es la vida de un piloto?
La mía es estudiar, entrenar físicamente cuando puedo en Salamanca y luego, salir a un circuito, o directamente a la carrera.
¿Y su preparación para las pruebas?
Hago entrenamiento físico en el gimnasio. El equipo con el que fui campeón de España tenía un gimnasio en sus instalaciones y allí podías entrenar reflejos, el cuello, tenían máquinas con volantes, con sensores, etc.
¿Puede hacerlo en Salamanca o tiene que irse fuera?
Aquí es muy complicado. Hay cosas que puedes hacer más o menos de forma similar, pero para otras es imposible. Por ejemplo, para las máquinas que hay para el cuello y con los sensores. Además, cuanto termino un entrenamiento allí, tienen máquinas especiales como las de los futbolistas para regenerar los músculos y todo eso. Para eso tengo que ir a Madrid.
¿Qué es lo más duro de ser piloto y de las carreras?
El tema psicológico, porque al final estás todo el día pensando en ello, y durante las carreras, mentalmente, hay que estar muy atento a todo.
¿Y lo que más le gusta?
La velocidad y la adrenalina.
¿Cómo afronta una competición?
Soy muy maniático (Risas). Y también intento quitar los nervios y salir tranquilo, porque si no, salen mal las cosas.
En las horas previas, y durante el fin de semana de la prueba en general, estoy súper concentrado, intento centrarme en el trabajo y aislarme un poco del resto de cosas.
¿Se puede vivir de ser piloto?
Es muy complicado. Hay una pequeña posibilidad, pero es muy difícil.
¿Se ve dedicándose a esto en el futuro?
Ojalá pueda, pero es difícil. Por eso estoy estudiando, que es importante también por si no sale nada de esto, pero mi idea principal es poder vivir de esto, aunque es difícil.
Si no fuese piloto, ¿a qué le gustaría dedicarse?
A la informática, que es lo que estoy estudiando o, si no, a algo relacionado con la telemetría o algo de eso, que también tiene que ver con los circuitos, aunque no es un trabajo específico de conducir.
¿Qué mensaje le mandaría a los que están empezando?
Que, si les gusta, sigan adelante. Como diversión está muy bien, pero que todo se puede conseguir y, si salen bien las cosas, pueden dedicarse a ello en un futuro.
Para terminar, ¿un sueño por cumplir?
Dedicarme a esto y, si puedo pedir más, correr el GT World Challenge.