El Procurador del Común ha admitido a trámite una queja de la Fundación Franz Weber contra el Ayuntamiento de Villoria por las ofertas dirigidas a menores de edad para acceder a una novillada realizada a principios del mes de abril y por promocionar la visualización de los encierros realizados durante ese mismo fin de semana.
Los naturalistas apelaron al Común tras detectar una bonificación en las entradas dirigidas a niños de 0 a 14 años y tras la presencia de los mismos también en las convocatorias taurinas en la vía pública, donde delante de estos menores se “produjo la visualización de una doble cogida a un adulto”.
A juicio de la ONG este tipo de situaciones, promocionadas por el Gobierno local, vulneraron la Ley de Promoción, Atención y Protección a la Infancia en Castilla y León en su artículo 30.1.a: “Se prohíbe la entrada de menores en los establecimientos, locales o recintos siguientes: a) Aquéllos en los que tengan lugar actividades o espectáculos violentos, pornográficos o de contenido perjudicial para el correcto desarrollo de su personalidad”.
Además, desde Fundación Franz Weber se hace hincapié en las recomendaciones del Comité de los Derechos del Niño y en el “necesario estricto cumplimiento de la Convención Internacional asociada, ya que la propia norma castellano y leonesa menciona estos aspectos en su exposición de motivos hasta en tres ocasiones”.
Este organismo de Naciones Unidas pidió a España, de forma específica en 2018, “alejar a las personas menores de edad de la tauromaquia por sus potenciales efectos perniciosos en el desarrollo de los mismos”. “El Gobierno central, al igual que la Junta de Castilla y León, han hecho caso omiso hasta día de hoy”, lamentan desde la organización.
FFW también ha presentado alegaciones al borrador de reglamento taurino autonómico para vetar la presencia o participación de menores en todo tipo de actos sectoriales, desde las escuelas taurinas a su presencia en los tendidos de las convocatorias.
“Ahora el Procurador del Común reclamará a Villoria datos sobre sus promociones y su estrategia para integrar a estos grupos poblacionales jóvenes en una actividad de violencia explícita sobre animales, a riesgo de su integridad”, concluyen desde la Fundación Franz Weber.