Un dispositivo no invasivo que estimula la médula espinal mediante electrodos externos ha logrado mejorar la función del brazo y de la mano en pacientes tetrapléjicos. Además, para la aplicación de este tratamiento no se requiere una cirugía y en los casos analizados consiguió que los pacientes pasaran de no poder agarrar objetos a completar el cubo de Rubik.
Tal y como se desprende del ensayo clínico, publicado este lunes en la revista ‘Nature Medicine’, del que se ha hecho eco elDiario.es, en el estudio participaron 60 pacientes con tetraplejia, que se sometieron a un programa de rehabilitación durante dos meses. De todos ellos, en 43 de los casos se consiguieron mejoras en la fuerza muscular del brazo y la capacidad de agarre de la mano, lo que supone una efectividad del 72%.
De esta manera, algunos de los pacientes pasaron incluso de no poder agarrar una canica con las manos a atraparla e introducirla en un bote. También han pasado de no poder sostener ningún objeto a completar el cubo de Rubik. Entre otros beneficios que recoge el estudio destacan mejoras en la calidad de vida, en el sueño, en el sentido del tacto, así como la reducción de la frecuencia de los espasmos.
El dispositivo empleado se llama Arc-Ex y lo que hace es suministrar una corriente eléctrica a la médula espinal mediante electrodos. Hasta el momento, aunque ya se había demostrado que la estimulación eléctrica de la médula espinal lograba restaurar funciones neurológicas deterioradas, la única manera de llevarlo a cabo era mediante procedimientos quirúrgicos invasivos para implantar los electrodos en las zonas específicas de la médula.
“Los resultados del ensayo superaron con creces nuestras hipótesis de una tasa de respuesta del 50% a la terapia Arc-Ex, lo que brinda nuevas esperanzas a las personas con lesiones medulares y a los proveedores de rehabilitación”, ha indicado el autor principal del estudio, Chet Moritz.
“Después de sólo dos meses, más de la mitad de los participantes lograron mejoras promedio en la fuerza de agarre mayor que la requerida para levantar vasos llenos y en la fuerza de presión equivalente a la requerida para levantar comida con un tenedor o insertar una llave. Esto indica no sólo una mejora de la fuerza y la función, sino también el potencial de una mayor independencia con la terapia Arc-Ex”, añade.
Sobre el estudio, el jefe de Neurología del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, Antonio Oliveiro, destaca su “excelente calidad sobre un avance tecnológico relevante”. Además, en declaraciones a SMC España reconoce que esta tecnología podría implantarse en poco tiempo (de 1 a 3 años), y aunque “la investigación sigue avanzando, mejorando cada vez el tratamiento de la lesión medular”, “estamos todavía lejos de una cura”.