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El legado de Lola Pérez Rivera sigue vivo

Investigadores del Coscyl realizan el primer estudio y transcripción de las grabaciones de las canciones populares que el etnomusicólogo norteamericano Alan Lomax
Investigadores del Coscyl realizan el primer estudio y transcripción de las grabaciones de las canciones populares que el etnomusicólogo norteamericano Alan Lomax.

Un equipo de investigadores del Conservatorio Superior de Música de Castilla y León (COSCYL) presentaron en Salamanca el primer estudio y transcripción de las grabaciones de las canciones populares que el etnomusicólogo norteamericano Alan Lomax recopiló en la provincia leonesa a mediados del siglo pasado.

Se trata de uno de los últimos trabajos de investigación que inició la musicóloga y catedrática de Etnomusicología del COSCYL Lola Pérez Rivera, una de las expertas más reputadas en el estudio de la música tradicional de Castilla y León, y que ahora ha sido impulsado por la Fundación que lleva su nombre.

La investigación ha sido desarrollada por Carmen Teresa García, Daniel Gutiérrez Gómez, Sergio Gutiérrez Rodríguez, Diogo Araújo Silva y Lucía Urones Sánchez, profesores y exalumnos del COSCYL. También ha participado Julia Andrés Oliveira, profesora de Etnomusicología del Conservatorio, quien además ha coordinado los trabajos.

Sus resultados han sido recogidos en el libro “Alan Lomax en la provincia de León”, que cuenta además con la introducción del recientemente fallecido Miguel Manzano Alonso, presidente honorífico de la Fundación, maestro de Lola Pérez Rivera en el Conservatorio y una de las figuras más relevantes de España en el mundo de la música tradicional.

Editado por la Fundación Lola Pérez Rivera con la colaboración del Instituto Leonés de Cultura y la Fundación Caja de Burgos, el libro incluye el análisis y la transcripción en partituras de las tonadas que Lomax recogió en grabaciones sonoras en las poblaciones de las comarcas de la Maragatería y de Laciana que visitó en el año 1952: Lumajo de Laciana, Castrillo de los Polvozares, Val de San Lorenzo, Luyego y de Villalibre de Somoza.

El objetivo principal de la investigación ha sido conocer y profundizar en el contenido musical de esas grabaciones desde una perspectiva del análisis musical y rítmico. Para ello, el trabajo ha comprendido la elaboración de las transcripciones musicales de cada registro sonoro, para proceder a su posterior análisis musical, de sus textos y de la relación entre ambos.

En total, los investigadores han realizado 59 transcripciones, no solo de tonadas vocales, sino también instrumentales y mixtas, ejecutadas con instrumentos como pandereta, castañuelas, pandero, chifla, tamboril o acordeón. Cada tonada tiene su transcripción en partitura, detallando el instrumento utilizado y la letra.

Este corpus musical presenta una gran variedad de géneros y ritmos, que los investigadores han clasificado en 8 tonadas correspondientes al género narrativo (romances y coplas locales), 16 del género lírico (rondas) y otras 35 del género funcional, que abarcan tonadas de trabajo, boda, nanas, bailes y danzas y toques instrumentales.

Además, los autores de este estudio también han querido hacer un reconocimiento a las 23 personas que interpretaron o tocaron las melodías que fueron grabadas por Lomax.

Así, para la elaboración de este trabajo contactaron con algunos de los informantes entrevistados en su día por el etnomusicólogo norteamericano que aún viven, y también con los familiares de aquellos que ya no están, hasta reunir 11 testimonios en total.

Con toda esta información, los investigadores han podido realizar un análisis del contexto sociopolítico de aquella época, detallando cómo era el medio rural de León que conoció Lomax en 1952, con una sociedad que sufría aún la pobreza de la posguerra y cuya economía tradicional comenzaba a languidecer debido también a las dinámicas económico-demográficas que empujaban a la población fuera de la provincia e incluso fuera del país.

En este sentido, destacan que el etnomusicólogo norteamericano se encontró con los últimos coletazos de una cultura rural y una música de tradición oral que ya reflejaba los efectos de 13 años de política franquista y de una globalización cultural y económica incipiente cuyas sinergias macroeconómicas introducirían a Occidente en el proceso de desindustrialización que hoy le es propio.

“Alan Lomax en la provincia de León” es la segunda publicación que edita la Fundación tras “La música de Dulzaina en Castilla y León”, obra también de Lola Pérez Rivera. Ambos libros pueden ser adquiridos a través de su web.

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