El psicólogo del servicio de Psiquiatría del hospital de Salamanca, José Antonio Benito Sánchez, ha abordado la cuestión de la salud mental en los mayores, así como los retos que se presentan para la población a medida que se cumplen años. De la misma manera, ha dado las claves para evitar problemas como el estrés o la ansiedad, insistiendo en que la ayuda profesional es fundamental para prevenirlos y tratarlos cuando aparecen.
Este experto ha participado en las I Jornadas salud y hábitos saludables en el adulto mayor, organizadas por el Colegio Oficial de Médicos de Salamanca, donde ha impartido la conferencia ‘Cuidado de la salud mental: manejo del estrés y la ansiedad en mayores’. Con motivo de su participación en esta actividad, ha respondido las preguntas de La Crónica de Salamanca sobre este tipo de patologías en la población de mayor edad.
¿Qué porcentaje de los mayores sufre ansiedad o estrés?
Los datos que se pueden encontrar por ahí hablan de que la depresión la padecen actualmente uno de cada treinta o el 3%… Pero lo importante no son los datos, sino qué hacer para intentar no caer en depresión, en problemas de ansiedad, etc.
¿Por qué motivos aparecen estos problemas?
Porque cumplir años nos pone en un montón de retos. Es decir, la jubilación es uno más, pero la evolución, la deriva física, la deriva de las capacidades mentales… hace que todo eso sea un reto. Y cómo seguir afrontando la vida con ilusión y con interés a pesar de eso es uno de los retos más importantes.
¿A qué edades surgen los primeros síntomas?
Las depresiones, el trastorno de ansiedad o el estrés es algo que afecta a lo largo de toda la vida. Además, también cuando uno pasa los 60 años sigue teniendo situaciones de estrés, problemas de depresión y problemas de ansiedad, y aún más porque hay más retos en la vida.
¿Cómo se pueden identificar?
Principalmente, yendo a los profesionales para que nos ayuden a diferenciar aquello que es normal, como puede ser estar triste por una pérdida, de lo que es un trastorno depresivo. También nos pueden ayudar a diferenciar lo que es normal como estar preocupado por unos hijos, por ejemplo, de que esto se convierta en un trastorno de ansiedad. Entonces, creo que a través de los profesionales es la mejor manera de diferenciar si lo que uno está viviendo entra dentro de la normalidad o requiere ayuda.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
La soledad, el aislamiento, el desarrollar un pensamiento acerca de lo que uno está viviendo que es conformista, el dejarse llevar por la inactividad… Ese sería el perfil de la persona que tiene muchas más probabilidades de deprimirse. Y luego, hay algunas enfermedades orgánicas que contribuyen al desarrollo de depresión, como puede ser la enfermedad de Parkinson, u otras muchas.
¿Es fácil de tratar?
Sabemos que los problemas depresivos en las personas con más edad se vuelven más difíciles de tratar, porque el organismo no tiene las mismas posibilidades. Es decir, nuestro cerebro va cambiando su forma de reaccionar, entonces se vuelve más complejo el tratamiento a nivel médico. Y a nivel psicoterapéutico o psicológico también tiene sus complicaciones porque solemos volvernos un poquito menos flexibles.
¿Qué consecuencias tienen sobre quienes las sufren?
En primer lugar, ser más infeliz, sufrir más, estar con un sufrimiento innecesario y hasta las situaciones más trágicas, que es el tratar de escapar de ese sufrimiento a través del suicidio. Esta es la mayor complicación.
¿Cómo se pueden prevenir?
Se pueden prevenir conectando socialmente, relacionándose mucho, buscando nuevos retos y nuevas cosas con las que motivarse, uniéndose a las personas más cercanas y buscando los resquicios -que hay muchos- para seguir disfrutando de la vida.