Risto Mejide va de malote de la tele, pero en el fondo solo es eso, que va de duro, porque cuando se ‘rasca’ un poco es como Platero, tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos«.
Así, suave, tierno y casi cursi le declaró su amor a su novia, Natalia Almarcha, con la que comparte su vida desde hace unos meses y con la que se va de boda, pero no un enlace cualquiera, el del hermano de su novia.
El presentador y escritor escribía: «¡Qué bonitas tus palabra!, ¡qué bonitas las fotos! y ¡qué bonita tú! Otro tema: no sé posar. Lo sé».
Con estas palabras respondía al post que había escrito Natalia para felicitar a su hermano por su gran día. Por lo descrito por su hermana, un hombre 10. «El chico de las matrículas, el que acarició un 14 en selectividad, el ingeniero aeroespacial. El coleccionista de masters, saxofonista, pianista, retratista especializado en carboncillo, pintor al óleo y dibujante de edificios a plumilla. El habitante del escalón más alto en las olimpiadas matemáticas, el ganador de concursos fotográficos, el proyecto de psicólogo; y por encima de todo, mi hermano; se acaba de casar. Y si hay algo que me pide el cuerpo, es manifestarte públicamente lo que nunca te he confesado siquiera en privado: lo orgullosa que me siento de ti. Te quiero, mi Tete. Mi hermano único», compartía Natalia Almarcha.
La farmacéutica publicaba estas palabras y las acompañaba de una serie de fotografías en las que se podía ver lo feliz que está al lado de Risto Mejide y lo integrado que está en su familia.