Este viernes 31 de mayo es el Día Mundial sin Tabaco auspiciado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que cada año aprovecha este día para recordarnos alguno de los aspectos nocivos del tabaco para la salud individual de los fumadores y para la salud pública, así como su impacto en distintas áreas como la agricultura, la contaminación ambiental y la economía. Este año el tema elegido es “proteger a los jóvenes de la injerencia de la industria tabacalera”.
Generalmente este día es aprovechado por los profesionales sanitarios para llamar la atención en los medios de comunicación acerca de los efectos nocivos del tabaco y para invitar a los fumadores a dejar de fumar, algo que, por otra parte, continúan haciendo durante todos los días del año. Este 2024 la OMS ha trasladado el protagonismo a los jóvenes facilitándoles una plataforma para que sean ellos quienes encabecen la denuncia para pedir a los gobiernos que adopten políticas que les protejan de las prácticas manipuladoras de la industria tabacalera y otras industrias afines, incluida la comercialización incesante de sus productos peligrosos a través de las redes sociales y las plataformas de streaming. En muchas ciudades del mundo se organizarán marchas y carreras juveniles para llamar la atención a los jóvenes, incluso la OMS ha diseñado una camiseta específica para este día.
Hay 1.300 millones de consumidores de tabaco en todo el mundo. El tabaco es el único producto de consumo legal que utilizado de acuerdo con las indicaciones del fabricante mata alrededor de 8 millones de personas cada año (más de 7 millones de fumadores activos y más de 1 millón de no fumadores expuestos al humo ajeno). La esperanza de vida de los fumadores es al menos 10 años menor que la de los no fumadores.
Según datos del INE en España 7.892.100 personas son fumadores diarios y otros 929.500 fumadores ocasionales. En Castilla y León 390.800 personas son fumadores diarios y 42.800 fuman ocasionalmente. En Salamanca fuman 63.805 personas. Las enfermedades producidas directamente por el tabaco matan en España aproximadamente 56.000 personas cada año. Su consumo está directamente asociado con a la aparición de más de 35 enfermedades como la EPOC, el cáncer de pulmón, las enfermedades cardiovasculares o la diabetes que o matan al fumador o reducen considerablemente su calidad de vida.
En España la prevalencia del tabaquismo entre adolescentes y jóvenes es notable. La edad promedio de inicio en el consumo se sitúa alrededor de los 14 años. Aproximadamente el 33% de las chicas y el 29% de los chicos de entre 14 y 18 años fuman, y el 12.5% de esa franja de edad lo hacen a diario. El cigarrillo electrónico se ha convertido en una vía común de inicio al consumo de nicotina por los jóvenes debido a su accesibilidad y a la percepción equivocada que tienen de que son menos dañinos que los cigarrillos tradicionales. El 30,7% de los jóvenes que fuman se iniciaron con cigarrillos electrónicos. La exposición al «humo digital» y la influencia de las redes sociales juegan un papel importante en el incremento del consumo de tabaco y vapeo entre los adolescentes españoles.
Los jóvenes comienzan a fumar por la influencia de su entorno social (amigos y compañeros) y familiar, por la disponibilidad y percepción de inocuidad de ciertos productos como los cigarrillos electrónicos, y por motivaciones personales y sociales como la diversión y la autoimagen. La combinación de estos factores crea un ambiente propicio para que los adolescentes empiecen a fumar a una edad temprana, se empobrezcan, pierdan su libertad y se conviertan en rehenes de la nicotina y de la industria tabaquera.
Las empresas tabacaleras gastan al año en el mundo más de 8.000 millones de dólares en marketing y publicidad especialmente dirigida a los jóvenes a través de los denominados influencers. Según un estudio publicado en la revista Tobacco Control en 2021 existe un entramado de influencers relacionado con la industria tabaquera que publican imágenes y videos promocionales de cigarrillos electrónicos sin revelar sus acuerdos de incentivos con las marcas.
El Ministerio de Sanidad aprobó el pasado 30 de abril un nuevo Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027, que tiene como objetivo principal reducir el consumo de tabaco y sus consecuencias negativas en la salud pública. Entre las medidas que incluye está equiparar la venta y regulación de los cigarrillos electrónicos a la de los productos de tabaco tradicionales, la prohibición de los dispositivos de un solo uso y de sabores, restricciones en la publicidad y venta a menores, así como la prohibición de su uso en espacios públicos cerrados. Aspectos todos ellos demandados desde hace tiempo por las sociedades científicas médicas y profesionales y por las asociaciones de pacientes.
Es de esperar que una vez aprobado el Plan el Ministerio de Sanidad ponga en marcha las leyes y medidas necesarias para su implantación en toda España, modificando la Ley 28/2005 y Real Decreto 579/2017 normativas básicas en materia de tabaquismo, y que lo haga en un corto plazo de tiempo. Es de esperar también que habiendo sido consensuado en el Consejo Interterritorial de Salud las comunidades autónomas no jueguen a la contra como ya ha sucedido en ocasiones anteriores y colaboren decididamente a su puesta en marcha. La lucha contra el tabaco es cosa de todos.
Por. Miguel Barrueco Ferrero, médico y profesor universitario
@BarruecoMiguel
1 comentario en «Un mundo sin tabaco es posible»
Bueno si al año mueren 8 billones de personas y la gente sigue fumando que ni en la peor de las guerras ahora mismo existentes mueren 8 millones de personas y ya no hay nada que añadir parece que o estamos un poco locos o no lo entendemos habrá que hacer comprender las cosas a la gente