El viernes negro o ‘black friday’ americano llegó al resto del mundo para anticipar las compras navideñas a la última semana de noviembre.
Alguien ha tenido la idea de ampliar el efecto y el espíritu de esas fechas al estío, para animar las ventas, y un establecimiento de Salamanca ya anuncia en su escaparate el ‘black friday summer’ de verano.
Como anticipo de las rebajas de verano, que suelen comenzar en julio si no se produce alguna innovación. Como un nuevo esfuerzo por resistirse a ceder más terreno a las compras online.