En defensa de la Universidad de Salamanca (Usal)

El título es mucho más amplio del inicial por razón de espacio ya que realmente se trata de defender las provincias de Ávila, Salamanca y Zamora, las tres provincias que tienen un denominador común: pérdida de economía, falta de infraestructuras públicas, pérdida brutal de población y las tres forman parte del distrito universitario de la Universidad de Salamanca.

La importancia económica de esta institución educativa tras más de ochocientos años de historia es máxima. Según un estudio serio y riguroso de catedráticos de la Usal y cuando aún estaba viva la Caja de Salamanca y Soria la economía que aporta directa e indirectamente es superior al 50% de lo que aportan los sectores primarios, secundarios y de otros servicios.

Su presupuesto anual –el de 2024- es de 287.741.722 euros, quizás un importe muy goloso para egoístas, especuladores, amigos de lo ajeno y envidiosos, que de todo hay. Es con mucho un presupuesto muy superior a nuestros Ayuntamientos y Diputaciones. Es nuestra particular Caja de Pandora. Quizás alguien está jugando a Epimeteo para meter la mano cuando ya no quede nada y todo acabe como las tragedias griegas.

Y para demostrar que no actuamos en defensa de ninguna persona, pero si de la Institución recordemos lo dicho por los últimos tres rectores:

• En Sr. Ruipérez dijo que le estaban haciendo un “corralito” a la Universidad, aquel tiempo se llamó “austericidio”, impedir la renovación del profesorado que se jubilaba en diez años era tanto como lo que hizo Fernando VII cerrando la Universidad por “liberal” y centralizador de todo en Madrid para llevar mejor su control.

• El Sr. Rivero dijo que la Universidad de Salamanca era la Universidad que menos ingresos recibía por alumno respecto de las Universidades de la Región de Castilla y León. Traducido a las últimas cifras que se pueden ver en las páginas oficiales de la Junta de Castilla y León, son 1.200 euros por alumno y año, que multiplicado por una media de 25.000 y por cuarenta años de autonomía, nos llega la escandalosa cifra de 1.200 millones de euros de deuda histórica, la que hubiera servido para contratar a los mejores profesionales de la educación. En el mismo mandato, un grupo “ultra católico” quiso quedarse con una de las grandes cuentas de la Universidad, la formación de la Policía en Ávila.

• Y ahora llegamos al Sr. Corchado –que hoy toma posesión oficial del cargo de Rector-, el cual su mayor delito ha sido presentar su candidatura para Rector y ganar limpiamente las elecciones según ha dicho la Consejera de Educación de Castilla y León al iniciar su propia investigación y tras las denuncias continuadas en el tiempo por parte del Sr. Ansede en el diario El País. Si las críticas ciertas, claras y sinceras deben servir para mejorar, estas al hacerse por fascículos dan la sensación que es un acoso y derribo primero al rector y después a la Institución. Realmente se desconoce quién está detrás de todo, si es una persona en concreto que utiliza a un seudo periodista o un grupo interno de la propia Universidad que no tuvo la valentía de competir limpiamente en las urnas o incluso alguna Institución Pública o Privada.

El caso es que quien aquí escribe denunció este “acoso permanente” –no es un artículo aislado- ante el Comité de Ética del Grupo Prisa y tras aperturarlo con bombo y claves para hacer el seguimiento, han dado carpetazo sin ninguna explicación, esto nos indica que de  “ético” tiene poco y de profesionalidad en el mundo de la comunicación aún menos. Del tema legal, ya se verá en el futuro.

Por cuantificar el daño que se está haciendo a la imagen de la Universidad de Salamanca, nuestra “joya de la corona”, cada vez que aparecen noticias que son “medias verdades”, “insinuaciones” y “calumnias” asciende al importe mágico de 287.741.722 euros por cada una de ellas, si la multiplicamos por diez, la cifra se nos escapa a 2.877.417.220 euros, que sumados a los 1.200 millones de la infrafinanciación por parte de la Junta, nos estamos tragando un “marrón” de 4.077.417.220 euros, demasiado para tres pobres provincias.

Salmantinas, salmantinos, abulenses, zamoranas, zamoranos, la Universidad de Salamanca es realmente nuestro único motor claro de desarrollo, o nos movilizamos contra las fuerzas del mal o esto no será ya un geriátrico como se venía diciendo, seremos un gran cementerio para enterrarnos vivos.

Firmado: José Luis Blanco Hernández.

(Defensor de Ávila, Salamanca y Zamora)