El debate acerca de si hacen falta más médicos y, por tanto, son necesarias más facultades de Medicina que formen más alumnos es un melón abierto desde hace tiempo. En esta columna trato de analizar el problema de una forma lo más objetiva posible o, quizás mejor sería decir desde una posición lo menos subjetiva posible, a partir de algunos datos fundamentales.
El número de médicos en España es de 4.5 por cada mil habitantes, superior a la mayoría de los países de nuestro entorno: Alemania tiene 4.3, Francia 3.4, Reino Unido 3.2, Irlanda 3.3, Luxemburgo 3.0. La media en Europa es de 4.3 médicos por mil habitantes. ¿Se necesitan más médicos o estamos peor organizados que otros países? Analicemos algunos de los componentes de la ecuación.
¿Es necesario aumentar el número de facultades de medicina? España es el país del mundo con mayor número de facultades por habitante y el sexto por número de médicos. En los últimos 15 años el número de facultades en España ha pasado de 28 a 50 (14 de ellas privadas). Existen al menos otras cinco facultades ya aprobadas y en la recta final de su puesta en marcha (y varias más solicitada su autorización). Alemania con 83 millones de habitantes tiene 44 facultades, Italia con 58 millones de habitantes tiene 47.
Las facultades españolas están al borde del colapso por no haber podido reponer profesores por los recortes impuestos la pasada década en la tasa de reposición, y mantienen difícilmente la calidad de la formación que imparten debido a esa falta de profesorado. Se estima que con el actual número de facultades se necesitan más de 3.000 profesores vinculados (con plaza asistencial) y al menos otros 2.000 no vinculados.
Una parte importante de la formación de los alumnos se realiza en hospitales públicos. Estos hospitales están saturados de alumnos, faltan profesores de prácticas (profesores asociados) y falta espacio físico para atenderlos dignamente y, a su vez, mantener la dignidad de los pacientes que son, no lo olvidemos, la base de la formación y en aprendizaje en medicina. Esta situación de falta de infraestructura tanto física como humana en facultades y hospitales viene siendo denunciada por los decanos desde hace años y va a empeorar más aún si se aumenta el número de alumnos por facultad y también el número de facultades.
Teniendo en cuenta que la formación de un alumno dura seis años y la especialización son al menos otros cinco, la apertura de nuevas facultades debería basarse en criterios acerca del número de médicos necesarios en base a una proyección realista a medio plazo (10 a 20 años) y teniendo en cuenta la capacidad docente del sistema de salud, evitando masificar facultades, hospitales universitarios y centros de salud y evitando el despilfarro de recursos públicos que cuesta formar cada médico (aproximadamente 70.000 euros por graduado y 300.000 por especialista) para que posteriormente no puedan ejercer en España y se tengan que ir a otros países europeos.
En la postura de rechazo al incremento del número de facultades y al número de plazas coinciden tanto la Conferencia de Decanos de Medicina como el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina, la organización que representa a los más de 43.500 estudiantes. En el mismo sentido se han manifestado numerosas sociedades científicas y profesionales. ¿Esta negativa es una cuestión de corporativismo de los que ya están dentro? No lo creo.
¿Se necesitan más estudiantes de Medicina? Las plazas para estudiar medicina han aumentado desde 4.343 a 8.357, con un incremento del 92% (el Gobierno obligó a las facultades aumentar sus plazas de primer curso hasta en un 15%). Según datos del Ministerio de Universidades la oferta de plazas durante el curso 2023-24 ha sido de 6.601 en universidades públicas y 1.756 en privadas, con un incremento proporcionalmente superior en las facultades privadas.
¿Qué sucede con los alumnos egresados cuando terminan la carrera? Una parte importante de los recién graduados no tienen acceso a la formación médica especializada que es la principal salida profesional: cada año se quedan sin plaza MIR alrededor de 3.500 médicos y se produce la paradoja que cuantas más plazas MIR se ofertan más plazas quedan desiertas. ¿Para qué aumentar el número de estudiantes si luego no pueden o no quieren hacer la especialidad, que es condición necesaria para poder ejercer en España y en Europa? En los últimos años es también más frecuente que algunos médicos recién graduados no realicen el MIR en España y se van directamente a hacer la especialidad en Europa, Estados Unidos o Canadá y la mayoría no regresa.
Con estos datos y basándonos exclusivamente en las necesidades actuales y futuras de médicos vuelvo a la pregunta inicial: ¿Está justificado crear más facultades y formar más alumnos o el problema está en otro sitio? Es necesario comentar otras variables que influyen en el estado actual del tema, pero eso será la semana que viene (continuará).
Miguel Barrueco. Médico y profesor universitario
@BarruecoMiguel
1 comentario en «¿Hacen falta más facultades de Medicina? (primera parte)»
Y la pescadilla se mordió la cola. Si se cubren todas las plazas necesarias en la sanidad pública y se retribuyen dignamente, el ajuste entre oferta y demanda es, casi, automático. Evitaríamos la sangría de profesionales caramente formados en nuestras instituciones que rinden en otras latitudes. Desde este punto de vista, algo simplista por razones de espacio, es la solución más costo-efectiva; pero la más difícil de concebir por nuestros gobernantes.