La situación actual en los mercados es conflictiva.
Las hordas de compradores y vendedores se preparan para la batalla definitiva.
Unos, se encomiendan a que los bancos centrales puedan bajar sus tipos de interés pronto y de manera significativa. Los otros, a que la inflación no lo permita, al menos sin causar antes un daño grave sobre el crecimiento económico y el empleo.
Esta semana pasada, los vendedores consiguieron tomar posiciones ventajosas en el campo de batalla: el dato de inflación, conocido en la Eurozona, fue penoso. El de Estados Unidos no deparó sorpresas, ni malas ni buenas. Los datos de actividad resultaron bastante pobres, en general…
Pero en los últimos compases de la sesión del viernes, desde zonas de referencia de soporte de medio plazo, los compradores contraatacaron, y consiguieron recuperar una parte del terreno que habían cedido durante la semana: la contienda sigue abierta…
Rugen los tambores. Las armas afiladas tienen sed de sangre, y la agenda macroeconómica de esta próxima semana viene cargada de pólvora y fuego: índices varios de gestores de compras, reunión del Banco Central Europeo, datos de empleo en Estados Unidos, entre muchos otros… No habrá tregua…
Hay que estar alerta; preparados para moverse con flexibilidad y rapidez. En cualquier momento, la batalla puede decantarse en un sentido u otro, y el botín en juego es sustancioso.
Los mercados hablan a través de las cotizaciones: solo su evolución importa. Lo demás son como susurros de espectros al Ricardo III de Shakespeare:
«Mañana en la batalla piensa en mí.
Y caiga tu espada sin filo. Desespera y muere.»…
Félix González, socio director general de Capitalia Familiar EAFN
@Capitalia-EAFI
