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Las historias de una escuela

Una de las Instituciones más globales: las Escuelas Pías
Colegio Calasanz.

Muchos de los colegios salmantinos encierran tras de sí una historia en la que asientan sus pilares. Luis Álvarez Alonso, Pablo Álvarez Alonso, Julia Martín Martín y Diego Gitán Demetrio, alumnos de 3º C de la ESO del Calasanz cuentan en este reportaje como nació una de las Instituciones más globales: las Escuelas Pías.

Esta institución, las Escuelas Pías, se ha extendido a un gran número de países en los cinco continentes, porque todos tenemos derecho a la educación. En Salamanca se encuentra uno de los muchos centros de esta institución, el Colegio Calasanz.

Este colegio, con sus más de sesenta años, cuenta ya con muchas historias. Interesantes alguna, alegres o tristes, otras y emocionantes. Solo nos centraremos en un par de ellas.

Viajemos en el tiempo para saber cómo era el Calasanz hace unas décadas: «No disponíamos de tantos medios y dispositivos como ahora. Íbamos a la biblioteca y buscábamos la información en las enciclopedias. Tampoco teníamos uniforme, aunque antes sí que había… y después de mi época de estudiante también y era diferente al actual. El patio se ha reformado mucho. Han añadido un pabellón y las pistas de pádel, también se ha reformado el interior del colegio. Las aulas, por ejemplo, cuentan con un televisor y proyector que antes no tenían. Lo único que se ha mantenido han sido los pupitres y mesas, aunque ya se han cambiado en algunos cursos como primero y segundo de la ESO». Así es como nos cuenta el actual profesor, exalumno del Colegio Calasanz, José Manuel Mateos.

Una profesora del centro añade más información: «Las clases eran más numerosas, pero había más silencio. Eso no significa que nunca hubiera ruido, sino que no tenía que llamar tanto la atención. He llegado a dar clase a cuarenta y seis alumnos a la vez y podía hacerlo. Ahora pierdo mucho tiempo para llamar la atención y poner silencio, es bastante complicado. Otra diferencia es que antes solo contábamos con la pizarra y el profesor, pero el alumno se esforzaba y estudiaba mucho más, se interesaba por las clases». La profesora, veterana ya en el centro, añade que «La mejora de las instalaciones es el reflejo de todo, igual que las tecnologías. Y también la implicación del profesorado. Antes el profesor daba su clase y se iba, ahora estas más implicado con los alumnos».

Los alumnos más antiguos también han opinado: “No llevo muchos años aquí, pero sí que creo que ha mejorado a lo largo del tiempo y creo que el colegio está bien”. Otro apunta: “Creo que sí que el colegio ha ido mejorando ya que reforman las cosas para dar la mejor educación posible”.

La segunda historia que queremos comentar es más antigua y nos lleva a los orígenes de que es en el presente el Colegio Calasanz.

Las Escuelas Pías fueron creadas por san José de Calasanz con el objetivo de dar a todo el mundo una educación. Para conseguir realizar su sueño, con mucho esfuerzo consiguió fundar la primera escuela gratuita de Europa. Fue en 1597, en Roma, bajo la denominación de «Escuelas Pías». Poco a poco, san José de Calasanz logró contagiar su entusiasmo a otros muchos, introduciendo la idea de impartir clase a muchos niños a la vez. Esto es lo que hoy en día se realiza en todos los colegios con el objetivo de hacer llegar la educación necesaria al mayor número posible de niños.

Concluimos con una frase de San José de Calasanz: «La buena educación en los jóvenes es ciertamente el mejor oficio, el que tiene más mérito, el que más ayuda, el más necesario, el más natural, el más razonable, el más grato, el más atractivo y el más glorioso».

Por. Luis Álvarez Alonso, Pablo Álvarez Alonso, Julia Martín Martín y Diego Gitán Demetrio

Luis Álvarez Alonso, Pablo Álvarez Alonso, Julia Martín Martín y Diego Gitán Demetrio

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