El operativo de incendios de la Junta tendrá 4.720 profesionales

En los cinco primeros meses del año se registraron 197 incendios que quemaron 1.080 hectáreas forestales, de las que solo 35,5 eran arboladas
Campillo / ICAL. Los consejeros de la Presidencia, Luis Miguel González Gago, y de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, presentan la campaña de incendios forestales para el año 2024 en la Comisión General de Coordinación Territorial.

El operativo de la Junta de Castilla y León contra los incendios forestales para este verano en la Comunidad contará con un operativo compuesto por un total de 4.720 profesionales forestales, en una campaña con “un mejor estado de los combustibles”, con “mejor situación en el noroeste debido a la mayor humedad y un ligero descenso en el sudeste”, a pesar de que las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología augura “temperaturas más altas que la media y precipitaciones por debajo de lo normal”.

Miriam Badiola / ICAL. Así lo explicó este martes el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, durante la presentación del operativo celebrada el Centro para la Defensa contra el Fuego de León, donde además avanzó que la temporada de riesgo alto se iniciará este miércoles, 12 de junio, y se extenderá durante cuatro meses, tal y como ya ocurrió el verano pasado.

Una época de alto riesgo que está precedida de “una época con un descenso significativo” durante los primeros cinco meses del año. Así, hasta el 31 de mayo se registraron 197 incendios forestales frente a los 604 de media de los últimos diez años, que quemaron 1.080 hectáreas forestales -cuando la media estaba en 22.979-, de las que tan solo 35,5 eran arboladas, frente a la media de 450, mientras que no se produjo ningún gran incendio, es decir, ninguno de más de 500 hectáreas.

Estos buenos datos están derivados de las “condiciones meteorológicas”, ya que “a pesar de que fueron unos meses cálidos, mayo fue frío, a lo que se sumó que enero, febrero, marzo y mayo fueron húmedos”.

También puso de relieve Juan Carlos Suárez-Quiñones las “muy buenas cifras” del año pasado, cuando se produjeron los mejores datos de los últimos 30 años, a pesar de que el verano contó con temperaturas entre 0,5 y 1,5 grados por encima de la media. En total, se produjeron 929 incendios frente a la media de 1.400 en los últimos diez años, que afectaron a 3.305 hectáreas, a pesar de que la media del decenio superaba las 20.000, de las que 759 fueron arboladas. “Se trató de un año especialmente positivo debido al aumento de capacidad del operativo y a las mejores condiciones meteorológicas, con lluvias abundantes”, aseguró.

El dispositivo de este año se compone de un total de 4.720 profesionales forestales, lo que supone un incremento de cinco personas respecto al del año pasado. De ellos, 331 son ingenieros, 894 agentes medioambientales, celadores y otros, 1.440 trabajadores fijos discontinuos y otros, 516 trabajadores de cuadrillas helitransportadas, 1.286 trabajadores de cuadrillas de tratamientos selvícolas y 253 profesionales de tripulación de medios aéreos y retenes de maquinaria. El refuerzo del operativo se completará con la contratación técnicos de apoyo a las labores de extinción.

En cuanto a los medios materiales, destacan diez centros de mando, 266 puestos y cámaras de vigilancia, 326 autobombas y vehículos pick-up, 230 cuadrillas terrestres y helitransportadas, y 41 retenes de maquinaria y bulldozer, incluidas 16 cuadrillas nocturnas en todas las provincias y cinco nuevas unidades de brigada y autobomba.

El dispositivo cuenta también con 23 medios aéreos de la Junta, de los que 22 son helicópteros y el restante un avión, a los que se suman seis helicópteros y otros cuatro aviones de la Administración General del Estado estacionados en el territorio de Castilla y León, lo que hace un total de 33 medios aéreos, más todos aquellos que puedan tener que ser movilizados.

El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio destacó también novedades en los centros de mando, “con la mejora de las dependencias”, así como en los medios materiales tecnológicos, en personal, en equipos de apoyo a los puestos de mando avanzado con especialistas en análisis de comportamiento del fuego, en coordinación con nuevos protocolos en emergencias, en personal de autobombas con la ampliación del periodo de trabajo o en las cuadrillas helitransportadas.

Así, se están mejorando las bases para vehículos autobomba y construyendo otras seis nuevas infraestructuras en Ávila, Burgos, Palencia, Salamanca y Zamora, mientras que se continúa con la renovación de la flota de autobombas con 20 más. También se cuenta con once nuevos edificios polivalentes y la construcción de otros seis, mientras que se han mejorado los sistemas de vigilancia y detección, con 101 cámaras. Además, a la ampliación del tiempo de trabajo del colectivo de escuchas a seis meses, se une el incremento del número de cámaras de videovigilancia con la implantación de 22 en Ávila, 21 en Salamanca y la ampliación en seis las ya instaladas en Zamora.

En definitiva, “mejoras relevantes en aspectos organizativos, medios técnicos, formación y material rodante”, con “la adaptación de las torres de vigilancia, mejoras tecnológicas, nuevos camiones autobomba y mejoras en las bases aéreas”, como la ampliación de las de Cueto, en la provincia de León, Villardeciervos (Zamora), El Barco de Ávila y Rosinos (Zamora) o la construcción de una nueva que “será la más importante de Castilla y León”.

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