Los jóvenes españoles son los más apegados a sus padres

Un estudio elaborado por el Observatorio Social de La Caixa ha concluido que los jóvenes españoles son los más apegados a sus padres de toda la Unión Europea. Este hecho, admite el estudio, puede provocar una mayor dependencia, así como vulnerabilidad con respecto a los jóvenes de otros países europeos. También lamenta la falta de políticas de juventud sólidas en nuestro país, lo que también hace que los jóvenes dependan más de sus padres.

Los jóvenes españoles de hasta 35 años son los que se sienten más unidos afectivamente a sus padres. Así se desprende del estudio ‘Jóvenes, oportunidades y futuros’, elaborado por el Observatorio Social de La Caixa y recogido por El País, que ha comprobado que el 56,6% de los españoles de entre 18 y 35 años asegura sentirse “extremadamente próximo” -afectivamente hablando- a sus padres, lo que supone la tasa más elevada de la UE. Por su parte, la media europea se sitúa en el 37,9%. Asimismo, mientras que el 70,6% de los españoles interactúan al menos una vez al día con sus progenitores, la media de la UE es del 49,2%.

Las conclusiones a las que llega el estudio sobre los jóvenes españoles se deben, tal y como explica el investigador y coautor del trabajo, Joan Miquel Verd, al “modelo familista”, más característico de los países del sur de Europa. Si bien, este modelo cuenta con un inconveniente, y es que da lugar a una mayor dependencia de los jóvenes, que asimismo deriva en una mayor vulnerabilidad. Como ejemplo, señala la edad media de emancipación, de 30,3 años en España y de 26,4 años de media en la UE.

Por su parte, la también coautora del trabajo, Mireia Bolíbar, destaca un aspecto positivo del llamado ‘modelo familista’. “Constituye una red de apoyo social que hace de sostén, por ejemplo, durante la crisis de 2008 hasta 2014 mucha gente mayor sostuvo con sus pensiones a sus familias, que quedaron con ingresos muy exiguos… ese sentido de responsabilidad mutua dentro de las familias, que no está presente en todos los países de la UE, también puede aportar cierta tranquilidad emocional”, asegura.

Asimismo, el informe lamenta la falta de políticas sólidas de juventud en España, algo que deriva en que este grupo de población “se refugia en la familia y los contactos personales como fuentes de apoyo ante la inexistencia de recursos institucionalizados”. Si bien, “una mala relación personal con los progenitores o un origen social familiar desfavorecido, en el que la familia es incapaz de proveer los recursos que el Estado no proporciona, puede ahondar las desigualdades sociales de partida”.

Finalmente, respecto al aislamiento, el informe recoge que el 9,1% de los jóvenes españoles se reúne una vez al mes o menos con amigos, familiares o compañeros de trabajo en su tiempo libre. Mientras tanto, la media europea asciende al 12,4%. Asimismo, también hay diferencias entre hombres y mujeres españoles, sufriendo mayor aislamiento los primeros (10,6%) frente a las segundas (8,3%).