El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, anunció este sábado la excomunión y declaración de dimisión (expulsión) ‘ipso facto’ de la vida consagrada de las diez monjas clarisas del Monasterio de Santa Clara de Belorado (Burgos) que afirman haberse “separado voluntariamente” de la Iglesia Católica. Así lo indicó el Arzobispado de Burgos en un comunicado recogido por Ical, tras la recepción ayer de un burofax en el que las ya exreligiosas “desestiman comparecer ante el Tribunal Eclesiástico del Arzobispado de Burgos por no reconocer su autoridad”.
En el escrito, el Arzobispado señala que el burofax de las hermanas clarisas, que se recibió ayer viernes 21 de junio, estaba firmado personalmente por las diez monjas del monasterio de Belorado. En este escrito comunicaron “de forma unánime y convencida” la desestimación de presentarse el 21 de junio ante la citación del Tribunal Eclesiástico.
“Ya nos desvinculamos de la Iglesia conciliar (con denominación Iglesia Católica) el día 8 de mayo, firmando nuestro Manifiesto Católico ante notario, haciéndolo público el 13 de mayo y notificado fehacientemente el día 14 de mayo”. Y añadieron: “nos hemos ratificado todas y cada una de nosotras, unánimemente, en no personarnos a este juicio eclesiástico al no reconocer la autoridad de ese Tribunal, ni su jurisdicción sobre las almas, y menos aún sobre nosotras -tras habernos separado voluntariamente para adherirnos a la Fe Católica–, ni, por ende, las penas canónicas que deriven de él”. Estas afirmaciones fueron vertidas públicamente ese mismo día por la comunidad en las redes sociales.
A la vista de esta declaración de “separación voluntaria” de todas y cada una de ellas, que según recuerdan desde el Arzobispado “viene a ratificar lo que ya expusieron con anterioridad de modo fehaciente de diversas formas”, hoy el arzobispo de Burgos, Comisario Pontificio y representante legal de los Monasterios de Belorado, Orduña y Derio, comunica el “decreto de declaración de excomunión y la declaración de dimisión (expulsión) ‘ipso facto’ de la vida consagrada a todas y cada una de las diez hermanas que han incurrido en cisma”.
“Son las mismas hermanas las que han mostrado su decisión libre y personal de abandonar la Iglesia Católica. Ante esta decisión, es necesario recordar que la Declaración de excomunión es una acción jurídica considerada por la Iglesia como una medida medicinal, que mueva a la reflexión y a la conversión personal. La Iglesia muestra siempre sus entrañas de misericordia y, como Madre, está dispuesta a acoger a sus hijos que, como el hijo pródigo, confían en la misericordia de Dios y emprenden el camino de vuelta a la casa del Padre”, indicaron desde el Arzobispado.
Asimismo, señalaron que “sigue existiendo comunidad monástica formada por las hermanas que no han incurrido en excomunión, al no haber secundado el cisma”, en referencia a las cinco hermanas mayores que se encuentran en el monasterio, y otras tres hermanas que, aunque en este momento no se encuentran en el monasterio, pertenecen a la comunidad al estar incardinadas en ella.
“Las hermanas mayores siguen siendo una prioridad en nuestras preocupaciones”, afirman desde el Arzobispado, que indicaron que la Federación de Clarisas Nuestra Señora de Aránzazu ha previsto la forma de “atender de modo inmediato” a estas hermanas en el mismo Monasterio de Belorado, desplazando para habitar en el monasterio a algunas hermanas procedentes de otros de la Federación.