La cúpula de la iglesia de la Santa Vera Cruz en Valladolid se desplomó, cayendo entre el altar y la zona de bancos, a primera hora de la tarde de este martes, sin que afortunadamente haya que lamentar víctimas ni daños personales. Según confirmaron a Ical fuentes de la Archidiócesis de Valladolid, los daños materiales están pendientes de ser cuantificados, pero en un primer reporte realizado desde la Cofradía Penitencial, titular del templo, “tampoco parecen importantes”.
El templo, ubicado en el corazón de Valladolid, afrontaba desde hace semanas un proceso de rehabilitación debido al deterioro provocado por las humedades en la cúpula que este martes acabó colapsando. Seis de los operarios encargados de los trabajos de rehabilitación se encontraba trabajando cuando se produjo el derrumbe. Fuentes de la Archidiócesis señalaron que, en todo caso, todas las medidas de seguridad estaban tomadas.
Actualmente, se encuentran reunidos en el interior del templo tanto responsables de la Archidiócesis de Valladolid como de la Cofradía Penitencial, así como de la empresa encargada de los trabajos de rehabilitación, el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, el concejal de Urbanismo, Ignacio Zarandona, y el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Jacinto Canales.
La cúpula de la iglesia de la Santa Vera Cruz de Valladolid cayó “a plomo” y sin previo aviso, a 24 metros de altura, por un problema en la estructura detectado hace apenas unos días por el equipo de rehabilitación del templo, dirigido por Fernando de Bonrostro, que llevó el domingo a la Cofradía Penitencial a cerrar la iglesia al público.
“Es una desgracia pero, en el fondo, ha habido mucha suerte”, reveló, en declaraciones recogidas por Ical, el arquitecto Fernando de Bonrostro, que a la salida de la reunión mantenida por los responsables de la rehabilitación del templo con miembros de la Cofradía Penitencial de la Vera Cruz, con el alcalde de Valladolid y con el subdelegado del Gobierno, afirmó: “Imaginemos que no hubiésemos detectado ese problema, hubiésemos cerrado la obra y se hubiese caído la cúpula con gente dentro”.
Una situación que se pudo evitar gracias a que, hace apenas unos días, el equipo de rehabilitación se dio cuenta, según reveló Bonrostro, de que existían “una serie de grietas, tanto longitudinales como transversales”, en la zona de bóveda, algo que “no reviste especial trascendencia” en el caso de las primeras pero que, cuando las aperturas son horizontales, “pueden generar algún problema”.
Al advertir con ello que la estructura de la cúpula estaba “en muy malas condiciones” y que “podía colapsar”, como finalmente ha sucedido esta mañana, se avisó a la Cofradía Penitencial de la Vera Cruz, titular del templo, que decidió cerrar la iglesia desde el lunes “por seguridad”.
La situación de precariedad de la cúpula y la linterna se descubrió en plena obra de rehabilitación, cuando tras recuperar el brillo de la bola de remate y reparar las piezas de la zona de la linterna que se encontraban mal, se procedió a una segunda fase hace unos días en la que se pudo ver el deterioro de la cúpula.
“Suele pasar en las obras de rehabilitación, en los edificios antiguos no sabes lo que te vas a encontrar debajo”, reveló el arquitecto, aludiendo al ejemplo de la Venus de Milo, que “empezó quitándose un padrastro y se quedó sin brazos”. “En una obra de restauración, te enfrentas a un tema y, cuando revelas lo que hay detrás, puede haber un problema estructural grave, como es el caso que ha sucedido”.
Así, y refiriéndose al aspecto técnico del suceso, Bonrostro apuntó que tanto la linterna como la cúpula estaban, originalmente, cubiertas por pizarra pero, en algún momento, se cambió ese recubrimiento por cerámica plana, lo que generó una primera entrada de agua en el encuentro de la linterna con la cúpula que acabó generando “una serie de filtraciones que han ido dañando”. Además, a ello se pudo unir “algún hongo” porque la madera de la estructura estaba también “muy dañada”.
Esa circunstancia llevó también a la caída hoy “a plomo” de la cúpula, pese a lo que los seis trabajadores que se encontraban en ese momento en el lugar “limpiando la estructura de madera, que estaba desecha”, no sufrieron daños personales. Y es que, una vez detectado el problema hace apenas unos días, “lo que tienes que prevenir, fundamentalmente, es la seguridad de las personas”.
Sin daños en las imágenes
Otra de las buenas noticias, pese a la desgracia, es que las imágenes penitenciales que resguardaba la iglesia de la Santa Vera Cruz de Valladolid, de gran valor artístico, “no están corriendo peligro” dado que la caída de la cúpula y la lámpara se produjo entre los bancos y el altar, y mientras algunas de las tallas estaban protegidas por hornacinas en este último punto, otras se encontraban en las naves laterales de la iglesia, alejadas de la zona central del suceso.
No obstante, y pese a que Bonrostro insistió en que “no corren peligro” ni pese al agujero en el techo que ha provocado la caída de la cúpula ni ante las lluvias que están cayendo esta tarde en la ciudad, se procederá a su traslado aunque “primero se desescombrará para poder sacarlas en condiciones”.
De hecho, el desescombro del templo será el primer paso antes de tomar nuevas determinaciones sobre los próximos pasos a seguir para la reconstrucción de la cúpula, de la que primero se deberán limpiar “algunos arranques” que quedan tras la caída, trabajo que se llevará a cabo mañana.
En cuanto a la posibilidad de recuperar la cúpula y la linterna en las condiciones artísticas y arquitectónicas que tenía hasta hoy, el arquitecto encargado de la obra de rehabilitación del templo mostró sus reparos, ya que “no es lo normal hacer una cosa exactamente igual a la que había”. En todo caso, recordó que “primero hay que tomar decisiones por parte de los promotores”, en este caso la Cofradía Penitencial de la Vera Cruz, y después llevar a cabo un nuevo proyecto.