Un equipo internacional liderado por Nohemi Sala y Adrián Pablos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh) y la Universidad Complutense de Madrid (UCM) respectivamente, acaba de publicar en la revista ‘Science Advances’ el descubrimiento de un yacimiento con evidencias de ocupación de Homo sapiens hace entre 31.000 y 36.000 años en el corazón de la península ibérica, una región que hasta ahora se consideraba un lugar inhóspito e inhabitable durante los primeros milenios del Paleolítico superior.
Ical.- Se trata del yacimiento de la Malia, un abrigo rocoso situado en una pequeña localidad de la provincia de Guadalajara llamada Tamajón, descubierto en 2017. Desde que comenzaron las excavaciones en 2018, se han recuperado numerosas evidencias de presencia humana, tales como herramientas líticas y restos de animales con marcas de corte producidos por cuchillos de piedra en dos niveles estratigráficos diferentes.
El análisis de los conjuntos líticos del nivel inferior y, por tanto, más antiguo, y la datación directa de restos óseos con modificaciones indudablemente antrópicas, han proporcionado una edad comprendida entre los 31.000 y los 36.000 años, correspondiente al Auriñaciense. El nivel superior ha arrojado una edad más moderna comprendida principalmente entre los 25.000 y 27.000 años de antigüedad. Esto sugiere repetidos asentamientos en este territorio a lo largo del Paleolítico superior.
“Se pensaba que durante aproximadamente 15.000 años el centro peninsular fue un lugar inhóspito e inhabitable para las primeras poblaciones de Homo sapiens que utilizaban la cultura Auriñaciense, una tierra de nadie”, señalaron desde el Cenieh. Este periodo coincide con un momento de una fuerte inestabilidad climática, caracterizada por rápidas oscilaciones que derivaron en un enfriamiento paulatino cada vez más acusado.
Hasta ahora, se consideraba que las condiciones climáticas de este periodo crítico, unido a la orografía del territorio del interior peninsular (terrenos planos con una elevada altitud divididas por las montañas del Sistema Central) habían supuesto una especie de barrera ecológica para las poblaciones auriñacienses.
“El yacimiento de la Malia, no sólo ha llenado un vacío en el registro arqueológico de la región, sino que además ha permitido rastrear cómo fueron las condiciones climáticas en ese momento y lugar. Los hallazgos revelan la capacidad de los primeros pobladores de nuestra especie para colonizar regiones hasta ahora consideradas inhabitables, reabriendo así el debate sobre la dinámica poblacional del Paleolítico superior inicial en el suroeste de Europa”, señaló Nohemi Sala.
21 instituciones de 4 países
En este trabajo participaron investigadores de 21 instituciones de España, Australia, Italia y Reino Unido. De España, el Cenieh; UCM; Centro Mixto UCM-ISCIII de Evolución y Comportamiento Humanos, Universidad de Alcalá, Universidad del País Vasco, Instituto de Arqueología-Mérida Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social; Estación paleontológica Valle del río Fardes; Instituto Geológico y Minero de España; Instituto de Ciencias del Patrimonio, Universidad de Murcia, Universidad de Zaragoza, Universidad de Cantabria, Universidad de Salamanca y Universidad de Sevilla.
De Australia, University of Adelaide; Australian Research Centre for Human Evolution, Griffith University; La Trobe University; University of Queensland. De Italia, la Universidad de la Sapienza en Roma, y de Reino Unido, la University of Cambridge.
Las excavaciones en las cuevas de Tamajón fueron posibles gracias a la financiación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha a través de convocatorias anuales para la excavación e investigación de patrimonio Arqueológico y Paleontológico y ha contado con el apoyo del ayuntamiento de Tamajón y el G.E. Abismo. Esta investigación también ha sido posible gracias a la financiación del Consejo Europeo de Investigación con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT)-Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.