Bienvenidos a vuestra columna de verano sobre yoga desde Yoga Ganesha. Comenzamos ‘Pelis Yoguis’.
La primera de la que os quiero hablar de una peli muy yogui, esto es: un film visto con ojos de una yogui como yo. La vi recientemente en el cine y ahí va.
La película se llama Perfect Days y su ficha técnica es la siguiente, dirigida por el alemán Wim Wenders. Sus guionistas Takuma Takasaki y Wim Wenders.
Productores
Takuma Takasaki
Wim Wenders
Koji Yanai
Fotografía Franz Lustig y Montaje Toni Froschhammer
Como en su propio título indica y rememorando la canción de Lou Reed Perfect day es una oda a la gratitud. Una oda a la belleza de lo sencillo y a la cotidianidad.
Con un punto de vista yogui y sin hacerte spoiler, tus ojos y tu mente van a captar la importancia de estar siempre con la máxima presencia. De darnos cuenta y ser conscientes de la grandiosidad en los detalles diminutos.
Desde el minuto uno la peli te hace partícipe de la sencilla vida elegida de su personaje Hirayama y del perfecto equilibrio interior que sucede como consecuencia. Con un maravilloso filtro japonés y urbano te mantiene con atención los ciento veintitrés minutos que dura la peli, lejos de ser una intriga constante y rápida, te mantiene a la temperatura perfecta todo el tiempo.
Y de eso trata el yoga, de vivir una vida plena con tu propia verdad y vivir en gratitud. La práctica de yoga te brinda esa oportunidad de vivir en esa frecuencia alta que es la gratitud.
La película Perfect Days cuenta con una banda sonora que puede ser la banda sonora de la vida de muchas personas, con grandes temas como Brown eyed girl (la chica de ojos marrones) de Van Morrison. Escuchamos entre otros The House of the Rising Sun en su versión de The Animals y también una preciosa versión japonesa obra de Maki Asakawa.
A propósito del núcleo del film, esa oda a la cotidianidad, es nuestro lema en Yoga Ganesha. No practiques yoga para conseguir una postura de revista, practica para ti, para sentirte mejor, para ser más consciente y por ende, más feliz, y mejor con los demás. Cada día en nuestra esterilla es un momento único e irrepetible, cada asana es distinta porque cada momento en tu cuerpo, en tu mente y en tu sentir es diferente.
Una vida de yoga no es un proceso estático, lejos de ello, es un proceso como la vida misma en constante cambio. En Perfect days hay un momento en el que sale esta frase y es cierto “Sin cambio nada tiene sentido”. Y la paradoja es que diciendo esto, la frase se nutre de la rutina y de lo bello de lo cotidiano.
Un diez sobre diez (entiendes este guiño cuando la veas) como peli para ser mirada con ojos de yogui.
Que tengas un buen día y cuides tu energía practicando el ahora como lo hace Hirayama con la práctica del komorebi. Que por cierto, no conocía y me he enamorado. Me chifla.