Quizá, aunque me parece imposible, muchos salmantinos no le ponen cara a Santiago Juanes, pero sí reconocen esa voz potente y llena de verdad que contaba, como buen cronista que es, la vida, obra y hazañas de esta Salamanca nuestra.
Cierra el micrófono de la SER y dice adiós a muchas décadas de darle los buenos días, buenas noches o buenas tardes a los salmantinos, dependiendo de la hora en la que iniciara el programa. Es un libro abierto de Salamanca, un enamorado de las leyendas, historias y singularidades que tiene la ciudad y la provincia.
Le encanta la buena olla, porque todos sabemos de donde venimos. Hace gala de conocer los platos típicos charro, que ensalza cada vez que tiene ocasión.
Es generoso hasta… el infinito y mucho más que dicen los modernos. Tanto es así, que en su despedida de las ondas, mencionó a su compañero de fatigas, Jesús -Chuchi- García, con el que emprendió este viaje en las ondas cuando eran unos chavales, casi de pantalón corto. Siempre decía que la voz de Chuchi era mejor que la suya.
Cuelga los cascos, pero Santiago Juanes tiene mucho que contar todavía. No sabemos si en las ondas, en un libro, en columnas -desde La Crónica de Salamanca echamos el envite- o con un café y un rato de buena conversación, porque tiene temas para rato. Gracias por tanto, querido Juanes. Nos vemos…
Dale al play para escucharlo desde el estudio de la SER en Salamanca.
5 comentarios en «Santiago Juanes, la voz de una época en Salamanca, se jubila»
Sin duda un gran profesional y alguien q desde chavales en los scouts admite y trate. Siempre recibí cariño por su parte, al igual q creo q recibio el nuestro. Deseo q la vida te siga tratando bien y disfrutes de tu jubilación bien merecida. Un fuerte abrazo
Que disfrutes tu merecida jubilación. Eres la musica de fondo de los incondicionales de la SER SALAMANCA, te echaremos de menos. Una fans de tu voz, y tu manera tranquila de comunicar.
Un buen tipo, un buen profesional y testigo de una época en esta Salamanca poco dada a valorar el esfuerzo de profesionales como el mencionado Chuchi. Espero que disfrute de su jubilación pero que no olvide todo lo que tiene en su cabeza y pueda, ahora sí, sin servidumbres, contribuir a entender lo que es y debería ser esta ciudad. Enhorabuena Chago.
Todo llega pero no es el final, yo le pediria que siga publicando (periodico digital) para los que vivimos fuera, sus «historia de Salamanca» pues nos recuerda de donde venimos. Animo y seguir
De lo mejor que tenía Santiago Juanes era su madre, Rita, que hacía la mejor tortilla de patatas que yo he probado en mi vida. Estaba deseando que fuera la hora de salida de los niños del colegio de Los Salesianos para ir a buscarlos y tomar con Rita la caña y la tapa de tortilla. Qué tiempos!!!