El Museo de Historia de la Automoción de Salamanca (MHAS) de la Fundación Gómez Planche presenta como pieza del mes de julio una impresionante motocicleta BMW R75 con sidecar del año 1943. Esta joya histórica y excepcional perteneciente a la colección Fundación RACE (Real Automóvil Club de España) será una de las principales atracciones en la próxima exposición del verano, que el museo está preparando con gran entusiasmo.
El MHAS invita a acercarse y disfrutar de esta pieza única, que representa un importante capítulo en la historia de la ingeniería y la automoción. La BMW R75 no solo destaca por sus innovaciones técnicas, sino también por su papel en la historia; haciendo de su exhibición una oportunidad excepcional para el aprendizaje y la reflexión.
Desarrollada como todoterreno para la Segunda Guerra Mundial, la R75 se diseñó específicamente para satisfacer las exigencias del ejército alemán en diversos escenarios de operaciones. Una de sus características más destacadas es su sidecar, que no solo proporcionaba espacio adicional para un pasajero o material táctico, sino que también estaba equipado con una rueda motriz, lo que mejoraba la tracción y la estabilidad en terrenos complicados.
La R75 está impulsada por un motor bóxer de dos cilindros. Este diseño de unidad motriz es conocido por su bajo centro de gravedad, lo que contribuye a una mayor estabilidad. La transmisión de la motocicleta es de cuatro velocidades, más una marcha atrás y reductoras, lo que facilita la maniobrabilidad, especialmente en situaciones de combate o en terrenos complejos.
Una innovación tecnológica pionera de la BMW R75 en los años 40 es su sistema de tracción integral en todos sus ejes (incluyendo la rueda del sidecar), junto con un diferencial de bloqueo que le permite superar obstáculos y ejecutar maniobras desafiantes, que otras motocicletas de la época no podían lograr. Esta peculiaridad la convirtió en la opción ideal para misiones de reconocimiento, transporte de tropas y tareas de enlace en el campo de batalla.
En cuanto a las suspensiones, la motocicleta estaba equipada con una horquilla telescópica en la parte delantera, que incorporaba amortiguadores hidráulicos para absorber los impactos y proporcionar estabilidad en terrenos irregulares. En la parte trasera contaba con una configuración rígida que incluía asientos con muelles, diseñada para soportar cargas pesadas y mantener la tracción incluso en superficies difíciles.
El sidecar, por su parte, estaba equipado con un eje rígido y ballestas, ofreciendo robustez y capacidad de maniobra adicional. En cuanto al sistema de frenado, la R75 estaba equipada con frenos hidráulicos sobre las ruedas traseras y del sidecar, proporcionando una respuesta eficiente y controlada en condiciones de combate.
Los dispositivos de frenado en el eje delantero eran de tipo tambor, asegurando una frenada efectiva sin comprometer la estabilidad. De manera complementaria, disponía de un dispositivo de frenado de estacionamiento, accionado por cable en la rueda delantera, permitiendo asegurar la motocicleta en posiciones estáticas durante operaciones prolongadas o en terrenos inclinados.
Esta combinación de características técnicas hizo que la R75 fuera una opción confiable y robusta para las exigentes demandas del campo de batalla, ofreciendo tanto resistencia estructural como capacidad de maniobra y frenado efectivo en situaciones críticas. Además, podía equiparse con una ametralladora MG34, aumentando su funcionalidad en combate. La capacidad de carga del sidecar también permitía transportar municiones, suministros médicos o equipos de comunicación.