El propietario de esta motocicleta se llevaría un buen susto cuando fuera a recogerla, al verla tirada en el asfalto.
El coche que estaba aparcado a su lado, en el Paseo del Rollo, debió derribarla al dar marcha atrás y si te he visto no me acuerdo.
Miraría a ambos lados, nadie a la vista y ahí se queda la moto tendida en el suelo, por supuesto, sin preocuparse de si le había ocasionado algún daño.
Eso de dejar el teléfono para el seguro debe ser de pardillos. Y lo mal que sienta que te hagan algo así.