Tras proclamarse campeona de la Eurocopa este domingo en Alemania, la Selección española de fútbol aterrizó este lunes en Madrid para celebrar la victoria. Antes del acto programado en Cibeles con la afición, los jugadores y el cuerpo técnico realizaron el protocolario recorrido que los llevó a mostrar la copa a los reyes y al presidente del Gobierno.
Antes de la celebración con los aficionados en Cibeles, los jugadores y cuerpo técnico de la Selección visitaron el palacio de La Zarzuela, donde fueron recibidos por los reyes y sus hijas. Tras ello, se desplazaron hasta el palacio de La Moncloa, donde se encontraba el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Fue en este encuentro cuando se produjo uno de los momentos más comentados y polémicos de la jornada de celebración, protagonizado por el propio Sánchez y por el futbolista del conjunto nacional y del Real Madrid, Dani Carvajal.
A la llegada de los jugadores a la sede de la presidencia del Gobierno, fueron uno a uno saludando a Sánchez. La fila la encabezaba el capitán, Álvaro Morata, quien llevaba el trofeo e intercambió algunas palabras con el presidente. Tras él, llegó Carvajal, quien saludó a Sánchez con frialdad y sin ni siquiera mirarle a la cara.
Carvajal, segundo capital de la Roja, ha mostrado en diferentes ocasiones que su ideología dista mucho de la del presidente del Gobierno, aunque en esta ocasión se ha dejado llevar por sus pulsiones.
