La burbuja del ramen llega a Salamanca

Es una comida bastante sencilla, es rápida, en un solo plato lo tienes todo. Al final es como un cocido, pero asiático. Es muy ‘instagrameable’ y todo eso hace que la gente quiera venir a probarlo. Es el ramen, una receta de origen chino y perfeccionada en Japón, cuyos locales especializados son cada vez más numerosos. En Salamanca, a lo largo de los últimos meses han abierto varios establecimientos y, al menos otros tres, abrirán de forma inminente en el centro de la ciudad.

Salamanca ha visto cómo en los últimos meses han ido sucediéndose diferentes aperturas de locales bien especializados en ramen o bien que ofrecen este plato en su carta. Además, dos cadenas han decidido asentarse en la ciudad, y próximamente abrirán tres restaurantes, dos de ellos en la calle Zamora y otro en la Gran Vía.

“El ramen es un plato tradicional japonés, aunque viene de China. Es un plato relativamente moderno, ya que tiene ciento y pocos años, que Japón lo tomó y lo perfeccionó”, explican desde el restaurante Kaeru, añadiendo que, pese a que “no hay una receta de ramen específico”, “es un plato a base de caldo, de fideos y de carnes”.

Por su parte, desde Udon Salamanca lo definen como “un plato de caldo japonés, heredado de la cocina china, pero más japonés”. En cuanto a sus ingredientes, indican que “depende un poco de la elección. Puedes ponerle cerdo, naruto, pollo, langostino en tempura, carne, etc. Aunque el más típico es el que lleva huevo, algas y cerdo. También pueden tener base de miso -que es el miso ramen-, de kimchi… Al final depende todo un poco de los gustos”.

El éxito de este plato en España viene de algo más atrás, especialmente en las grandes ciudades. En Salamanca, ese boom se inició “hace unos cuatro años más o menos” afirman desde Udon. En Kaeru incluso reconocen que “aún falta tiempo en Salamanca hasta llegar al nivel de otras ciudades”.

“En Salamanca, si no recuerdo mal, hay cuatro restaurantes de ramen y, específicos, dos”, señala el responsable de Kaeru, aclarando que, “por ejemplo, en Madrid, das cuatro pasos y te encuentras con un restaurante de ramen, y en Salamanca vamos un poquito atrasados todavía en este tema”. En los últimos tiempos la tendencia está cambiando, y es que mientras que el propio Kaeru lleva “apenas tres meses”, Udon abrió su restaurante en la ciudad “hace un año y ocho meses”, y ahora otras dos cadenas están a punto de establecerse en la ciudad.

Respecto al creciente interés de los salmantinos por el ramen, en Kaeru lo tienen claro: “Es una comida bastante sencilla, es rápida, en un solo plato lo tienes todo. Al final es como un cocido, que con un solo plato estás hecho, solo que es un cocido rápido”. Asimismo, desde Udon añaden que “era una cocina que, en general se desconocía bastante, porque siempre se comían fideos chinos, arroz frito, etc. Entonces, a la gente le daba un poco de respeto, pero cada vez más gente lo va probando y conociendo, y gusta, porque tiene muchos sabores. Además, no dejan de ser ingredientes normales, pero que no se ofrecen en otro tipo de cocinas”.

Buena parte de ese éxito e interés viene de las grandes ciudades. Así coinciden desde los dos restaurantes consultados por La Crónica de Salamanca. “Al final, el ritmo de vida que tenemos hoy en día es el que lleva a este tipo de comidas. Además, también es un plato muy de redes sociales, muy ‘instagrameable’, y todo eso hace que la gente quiera venir a probarlo”, reconocen en Kaeru, mientras que desde Udon recuerdan que, en su caso “la franquicia abrió en Barcelona y se ha ido expandiendo y llegando a más sitios. La gente lo fue probando y le fue gustando”.

Por otro lado, es un plato que “no es caro, o no debería serlo”. Así pues, tal y como exponen en Kaeru, “depende de dónde estés, la media puede estar entre los 8 y los 14 euros”. En la misma línea, en Udon cifran el coste del ramen “entre los 11 y los 13 euros”. “Nosotros lo ofrecemos dentro de un menú que, con entrante, bebida, principal y postre, vale 14 euros. Entonces, podría decirse que no es un plato demasiado caro”, añaden.

Finalmente, respecto al público principal del ramen también ambos locales coinciden. Unos aseguran que el grueso de los clientes está entre los 25 y los 35 años, mientras que en el otro lo sitúan entre los 26-28 años y los 40-45 años. Frente a ellos, ni los más jóvenes ni los más mayores lo demandan tanto. Especialmente entre los de mayor edad, quienes “son más reacios, les cuesta comer el ramen, coger los palillos, y aunque vienen y lo disfrutan, les cuesta un poco más”.