Los árboles de la glorieta del Tratado de Tordesillas fue una oportunidad perdida. Es verdad que tiene árboles. Y el lugar, aunque rodeado por asfalto y coches, resulta agradable al menos a la vista, gracias a la frondosidad de aquellos.
La cuestión es que podría haber muchos más árboles. Cuando se remodeló hace un par de años con un presupuesto base de licitación de 184.392 euros y un plazo de ejecución de tres meses, el proyecto contempla la transformación de un tramo de la avenida de San Agustín en una amplia isleta central ajardinada con césped y especies arbóreas y arbustivas concordantes con las ya presentes.
Se quitó el asfalto que partía por la mitad la isla para ordenar el tráfico rodado. Pero en los nuevos mil metros cuadrados ‘verdes’ se olvidaron de plantar árboles, solo se plantó hierba.
«Quizá el Ayuntamiento habrá pensado que eso para otro proyecto o debemos pensar, definitivamente, que a este equipo de Gobierno le gustan poco los árboles», ironizan desde la asociación Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca.
