Los vecinos de la urbanización Oasis Golf de Carrascal de Barregas han denunciado la “inacción” del Ayuntamiento de la localidad en el barrio, llegándose a comparar con la ciudad fantasma de Chernóbil, deshabitada desde el accidente nuclear de 1986. Según exponen los afectados, el mantenimiento de la urbanización es escaso y los servicios insuficientes, algo que se ha agravado desde la privatización de diversos servicios.
“Del mismo modo que, tras la catástrofe, la naturaleza fue arrebatando el espacio a la civilización en la ciudad fantasma de Chernóbil, la progresiva dejación por parte del Ayuntamiento de Carrascal de Barregas, así como de las empresas concesionarias, muestra su lado más crudo en el terrible estado de la urbanización Oasis Golf”, comienzan los vecinos.
El estado de mantenimiento de la urbanización “ha ido degradándose gradualmente con el paso de los años, en especial desde la privatización de los distintos servicios, que supuso la reducción de plantillas y de horas efectivas de trabajo en cada una de las localidades que componen el municipio, así como la eliminación de los sistemas de riego automático en muchas de ellas, entre otros”.
Si bien los vecinos han presentado “infinidad de quejas” en este sentido a los distintos equipos de gobierno que han pasado por el consistorio durante estos años, “los resultados no se han hecho ver en ningún caso”, aseguran.
Desde el verano de 2022 las zonas ajardinadas no se están regando de manera automática, incumpliendo así el Ayuntamiento sus propias normas urbanísticas municipales, ordenanzas y determinaciones de Carrascal de Barregas, que en su artículo 29º establecen que ‘Las zonas ajardinadas deberán contar con sistemas de riego automático. Asimismo, deberá incluirse el mobiliario urbano adecuado (bancos, papeleras, carteles y señalización, juegos infantiles, etc.)’.
Según exponen los vecinos afectados, “durante el verano de 2023 se trasladó esta situación por registro, recibiendo por respuesta que el Ayuntamiento tomaría las medidas necesarias al respecto”.
En vista de que el estado de abandono persistía, el pasado 29 de mayo del presente año, se realizó otra comunicación por registro, indicando numerosas deficiencias, entre ellas la ausencia de riego, estado de abandono general, insuficiencia de papeleras y contenedores, reposición de alcantarillas, etc., a raíz de la cual la alcaldesa y varios concejales se reunieron con un grupo de vecinos para tratar los asuntos del escrito.
“A día de hoy, más de un mes después, la situación no ha variado demasiado. Si bien se ha dejado ver, por fin, una de las empresas de mantenimiento por las calles de la urbanización, las tareas han quedado a medio hacer, sin rematar, sin recoger los residuos vegetales, dejando todas las calles llenas de maleza, además de no haber realizado ninguna acción de mantenimiento en alguno de los parques infantiles, siendo imposible su utilización”, afirman.
Asimismo, insisten en que “existen calles abiertas, debido a averías de agua, cuya obra se inició hace más de dos meses y para las que no parece haber fecha de finalización, puesto que los trabajos están abandonados, a pesar de que también se comunicó otra queja el día 27 de junio”.
“Para colmo, y con todo este panorama, la semana pasada los vecinos se enteraron de que tendrían que hacer frente al establecimiento de nuevos impuestos y una subida del 20% en los ya existentes, lo que supondrá un incremento, de media, de más de 200 euros al año por familia. Ante esta situación, los vecinos se preguntan a qué se destinan sus impuestos, puesto que no tienen transportes públicos y ni un solo servicio básico cubierto en la localidad”, concluyen, preguntándose: “¿Hasta cuándo?”.
