El pasado 21 de julio fue el día más cálido de la historia a nivel global medido por el ser humano. El análisis de los años con las temperaturas máximas diarias globales muestra que tanto en 2023 como en 2024 se han registrado importantes récords anuales. Desde el 3 de julio de 2023 ha habido 57 días que han superado récord anteriores, distribuidos entre julio y agosto de 2023 y durante junio y julio en lo que va de 2024. Aún falta agosto.
En la actual semana, durante la segunda/tercera ‘ola de calor‘ del verano algunos lugares de España han superado los 40ºC y algunas zonas de Cataluña, el Guadalquivir o Extremadura han rozado los 45ºC en más de una ocasión y durante varios días.
Las muertes atribuibles al calor aumentan cada año. En España han fallecido por el calor más de 22.000 personas en los últimos ocho años. Durante el verano de 2023 fallecieron más de 2.000 a causa de las olas de calor y las altas temperaturas. En 2024 se estima que la cifra de fallecidos por el calor superará las 3.000 personas. Lo mismo sucede en Italia o Grecia.
El Ministerio de Sanidad ha elaborado un mapa de alertas de calor y tiene en marcha desde el 3 de junio un Plan Nacional de Actuaciones Preventivas contra los Efectos del Exceso de Temperatura sobre la Salud para prevenir y reducir los efectos negativos del calor sobre la salud, en especial en los grupos más vulnerables: personas mayores, mujeres embarazadas, niños y enfermos crónicos. ¿Llega esta información a la mayoría de los afectados? Sinceramente, lo dudo; por si sirve de algo vamos con ello.
La principal recomendación para hacer frente a las olas de calor es el sentido común que dicta beber agua y líquidos frecuentemente, evitar las bebidas con cafeína, alcohol o muy azucaradas (pueden favorecer la deshidratación), permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados, evitar la actividad física profesional y deportiva al aire libre en las horas centrales del día, usar ropa ligera, transpirable y holgada, no dejar nunca a ninguna persona en un vehículo estacionado y cerrado (especialmente a personas menores de edad, mayores o con enfermedades crónicas) aunque el vehículo esté a la sombra y hacer comidas ligeras que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, zumos, etc.).
Dos recomendaciones estrictamente sanitarias son mantener tus medicinas en un lugar fresco (el calor puede alterar su composición y sus efectos) y consultar a tu profesional sanitario ante síntomas que se prolonguen más de una hora y puedan estar relacionados con las altas temperaturas y, en caso de sufrir un golpe de calor, llamar al 112.
Durante estos días existen muchos consejos, como los anteriormente expuestos, y escasas respuestas institucionales para las personas más vulnerables como los ‘sin techo’, aquellas personas que viven en la calle y no tienen donde refugiarse ni del frio ni del calor. Por eso es de vital importancia la creación de los llamados refugios climáticos, que son espacios naturales o urbanos que ofrecen unas condiciones ambientales benignas o de confort climático para protegerse de un contexto climático desfavorable, como por ejemplo el calor o frio extremos (continuará).
Por. Miguel Barrueco Ferrero, médico y profesor universitario
@BarruecoMiguel
1 comentario en «Olas de calor y salud (I)»
Buenos días hay muchas personas que sí procuramos cuidarnos a las horas de calor sobre todo de dos de la tarde a siete de la tarde pero paso por la piscina y veo que la piscina está llena de gente a esas horas cuando más calor hace están tumbados al sol para ponerse morenos y a mí me gustaría que estuviera la piscina abierta de 8:30 a 9:30 o 10 de la noche que es cuando mejor se vaya uno pero a las 8:30 ya está cerrada entonces si quieres piscina tienes que ir cuando te quema el sol y si no te quedas en casita