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Cinco pautas sencillas para no ahogarse aunque no sepas nadar

Son muy eficaces y fáciles de recordar
Piscina
Una piscina (Archivo)

Una investigación llevada a cabo en la Universidad de Bournemouth (Inglaterra) ha analizado cómo reacciona el cuerpo humano y el cerebro en caso de sufrir un ahogamiento. Además, han recordado unos pasos a seguir en caso de que alguien se encuentre en una situación así, y que permiten mantenerse a estable y a flote en el agua.

Durante los meses de verano, en 2023 se produjeron en España un total de 422 muertes por ahogamiento no intencional, según estadísticas de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo. Además, buena parte de los fallecimientos tuvieron lugar entre hombres mayores de 45 años.

El trabajo realizado en la Universidad de Bournemouth ha puesto de relieve “los desafíos y las complejidades de las emociones humanas a la hora de tomar decisiones más seguras en el agua y el papel que juega el instinto en la toma de decisiones con respecto al género”. Según explica la profesora Jill Nash en un artículo en ‘The Conversation’, “los hombres parecen exhibir una percepción diferente del riesgo y tienden a tomar decisiones de forma impulsiva, mientras que las mujeres suelen ser más precavidas y se inclinan más hacia la seguridad y a evitar los riesgos”.

También aumentan las posibilidades de ahogamiento otras cuestiones domo el elemento sorpresa (una corriente o una caída inesperada al agua) y la falta de preparación. “Podríamos estar relajados y nadando, y que de repente cambien las condiciones del agua y una corriente de resaca nos pille desprevenidos”, admite Nash.

En esos casos, “nuestro instinto suele ser el de nadar con fuerza contra corriente, pero lo mejor que podemos hacer es nadar en paralelo a la orilla para escapar de la corriente”. Además, añade que, “las personas que no tienen experiencia ni educación sobre las corrientes de agua probablemente no sabrán cómo detectarlas, y mucho menos cómo salir de ellas de forma segura”.

Por todo ello, el equipo de investigadores liderado por Jill Nash ha recordado cinco sencillos pasos que pueden ser de gran ayuda en caso de sufrir una situación como las anteriores:

  1. Mantener la cabeza hacia atrás, fuera del agua y con los oídos sumergidos, de forma que permanezcan abiertas las vías respiratorias.
  2. Evitar entrar en pánico, intentando relajarse y respirar con normalidad.
  3. Mover suavemente las manos para ayudar a mantenerse a flote.
  4. Extender los brazos y las piernas para lograr una mayor estabilidad en el agua.
  5. No lanzarse al agua para rescatar a alguien en caso de verle en una situación de peligro. En su lugar, será más recomendable indicarle los pasos previos para que se mantenga a flote y, después, llamar a los servicios de emergencias.

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