En defensa de Alberto

Este martes se celebró una concentración organizada por el sindicato CGT (Confederación General del Trabajo) en la sede de la Junta de Castilla y León por el supuesto despido improcedente de un conductor de autobús en Salamanca.

Por. Lucas Rey Rodríguez.

Hace unas semanas Alberto, un conductor de autobús y secretario de la sección sindical de CGT, fue despedido. ¿El motivo? El sindicato defiende que Alberto siguió únicamente las recomendaciones de su médica de cabecera tras sufrir una lesión en la espalda, solicitando en la Seguridad Social un cambio de contingencias comunes a contingencias profesionales. Todo esto, supuestamente, es lo que le ha llevado a ser despedido de manera improcedente por parte de las empresas Grupo Ruiz y Salamanca Transportes, según informó la CGT en un comunicado.

Para el sindicato, los motivos reales por los cuales se despidió a este trabajador fueron los siguientes: “La actividad sindical que ejercemos desde la Sección Sindical de CGT en Salamanca de Transportes, habiendo denunciado desde esta Sección, innumerables fraudes y abusos por parte de Salamanca de Transportes, como presentarse a la concesión con un plan de igualdad fraudulento, falsificando actas y sin negociación, las miles de horas extraordinarias que se hacen, camuflado su pago en otros conceptos, la retirada reiterada de uno o dos buses en la línea 4 principalmente (a veces también en otras líneas), irregularidades en  el pago de pluses en los permisos legales, de la antigüedad de las personas trabajadoras, modificándose en favor de la empresa y un larguísimo etc de denuncias por abusos e incumplimientos, tanto en el juzgado como en la inspección de trabajo”, apuntan desde CGT.

Es por ello que este martes 30 de julio, el sindicato ha celebrado a las 11:30 una protesta en defensa de Alberto frente a la Junta, con el fin de mostrar apoyo por lo que consideran, un despido inaceptable de uno de los suyos, y posicionarse en contra del Grupo Ruiz y Salamanca Transportes.

En defensa del compañero

Un poco antes de las 11:30, comenzaron a aparecer los primeros miembros del sindicato frente al edificio de la Junta. Al ruido de cencerros, pitos y banderas de la CGT al aire, varias personas tomaron una parte de la plaza de dicho edificio. Tras situarse, mostraron una pancarta en la que se podía leer: “Grupo Ruiz y Salamanca de Transportes despiden sin razón, Alberto readmisión”.

“El gerente de Salamanca de Transportes pertenece al Grupo Ruiz y se dedica a meter miedo y sancionar en general a los trabajadores y trabajadoras de Salamanca Transportes para que se atrevan a pedir sus derechos”, aseguraba Eduardo, secretario de acción sindical de la CGT de Salamanca.

En cuanto al despido de Alberto, Eduardo comentaba, de nuevo, que el motivo real de éste ha sido que el trabajador pertenece al sindicato: “Han despedido a Alberto por ser parte del sindicato. La CGT denuncia todas las irregularidades que comete la empresa, y esto a la empresa no le gusta”.

El secretario de acción sindical de la CGT de Salamanca menciona que no entiende por qué a la empresa le sentó tan mal que Alberto pidiese ese cambio de contingencias, ya que asegura: “La empresa no pierde nada con esto”. Eduardo defiende que este trabajo -el de conductor- “es uno de los más estresantes, si no el que más, y no puede ser que la empresa nos añada más estrés”.

En el comunicado del sindicato, la CGT pedía al Ayuntamiento “que no sea cómplice y pare estos abusos como garante de una concesión de un servicio público que se paga con el dinero de todos y todas”. Eduardo, añadió que “el Ayuntamiento se debería de mojar de una vez, ya que llueve sobre mojado. No es el primer despido que vemos así, hace una semana una compañera sufrió algo parecido y ha tenido que ser readmitida en un acuerdo. Cuando hay un despido que el juzgado lo considere improcedente, solicitamos al Ayuntamiento que lo considere nulo y le obligue a readmitir a la persona”.

Con historia

Eduardo recordaba que hace 10 años se vivió un caso parecido al de Alberto, que según él fue el caso que “abrió la veda”. Una conductora fue despedida tras 14 años de servicio de autobusera, ya que también formaba parte del sindicato según Eduardo.

Finalmente, este caso se resolvió a favor de dicha trabajadora. Eduardo finalizaba comentando que “no nos vamos a callar y la empresa lo sabe”.

Minuto a minuto

Minutos antes de las 12.00 horas, Alberto entraba en el edifico, y unos minutos más tarde, también lo hacia el gerente en Salamanca de Transportes Alfredo Ibáñez Escribano, al ruido de pitos y canticos de los manifestantes de la CGT.

A las 12:05, ambos protagonistas abandonaban el edificio de la Junta. Los allí presentes conocieron la noticia de que no había habido avenencia, por lo que Alberto seguirá despedido. El damnificado tomaba el megáfono y agradecía al sindicato y a todos los manifestantes su ayuda y defensa.

Algunos manifestantes culpaban al Ayuntamiento de lo ocurrido, y aseguraban que seguirán luchando por el caso de Alberto y por todos aquellos trabajadores y trabajadoras que fuesen perjudicados por sus empresas.