Las líneas de las carreteras son las señales menos prioritarias, pero unas de las más importantes para circular con seguridad. Desde hace unos años, la Dirección General de Tráfico ha incorporado unas líneas de color verde en algunas carreteras españolas, y también pueden verse otras de color azul. Sin embargo, tanto unas como las otras son desconocidas para muchos conductores.
En el año 2017, la DGT incorporó las primeras líneas verdes en las carreteras castellanoleonesas CL-613 y CL-615. Tras ello, estas señales comenzaron a extenderse por otras vías del resto del país. Pese a ello, no son ni muy comunes ni muy conocidas, lo que provoca que haya conductores que ignoran el significado de las mismas.
Las líneas verdes suelen estar presentes en carreteras de la red secundaria y se dibujan de forma paralela (por dentro) a las líneas blancas que delimitan la calzada con el arcén. Respecto a su significado, indican que la vía se caracteriza por una elevada siniestralidad. Por este mismo motivo, suelen ir acompañadas de señales verticales alertando sobre esta cuestión y sobre presencia de vigilancia especial.
Además de la labor indicativa, estas líneas verdes cuentan con otra función, y es que han logrado disminuir el número de accidentes en más de un 60%. Esto se debe a que crean en el conductor una sensación de estrechamiento de la vía, por lo que tienden a ir más despacio.
Por otro lado, las líneas azules -finas y dibujadas paralelamente por el exterior de las líneas blancas- llevan presentes en las carreteras más tiempo. Sin embargo, estas carecen de cualquier función vial, y simplemente sirven para indicar el trazado de una línea de fibra óptica. Tanto estas últimas como las de color verde no deben confundirse con las que están pintadas en las calles de las ciudades, y que suelen delimitar las zonas de estacionamiento regulado.
