La Asociación Memoria y Justicia de Salamanca solicitó el cambio de nombre del albergue juvenil ‘Llano Alto’ en Béjar, por el de Valentín Garrido Muñoz, que fue un político bejarano de izquierdas asesinado por el franquismo, que fue el promotor de la construcción de dicho espacio.
La sorpresa de la asociación llegó este 2 de agosto, desde la Dirección General de Deportes, dirigida por el bejarano Enrique Sánchez-Guijo Acevedo, de la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes de la Junta de Castilla y León, donde le han comunicado que «no se procederá al cambio de nombre del albergue ‘Llano Alto’ por el de Valentín Garrido Muñoz de Llano Alto, argumentando para la denegación que el nombre de Llano Alto está muy arraigado en el municipio de Béjar, sus ciudadanos y en la provincia de Salamanca».
«No estamos de acuerdo con la decisión, basada en unos argumentos insostenibles, dado que con el cambio de nombre que se solicita Valentín Garrido Muñoz de Llano Alto, no se ve afectado el nombre de Llano Alto, que se mantiene y añadir Valentín Garrido Muñoz sería de justicia, de memoria y de dignidad, en honor de la persona que impulsó la creación del albergue juvenil y que fue duramente represaliada por el régimen franquista, siendo detenido, encarcelado y fusilado al amanecer el día 1 de enero de 1937», explica Julio Fernández, presidente de la Asociación Memoria y Justicia de Salamanca.
Por ello, desde la asociación consideran que la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes de la Junta de Castilla y León no ha sido sensible ante una petición totalmente justa, que dignificaría y honraría la figura de su promotor: Valentín Garrido Muñoz.
Llama la atención que dos bejaranos no quieran resaltar el nombre de un convecino suyo, que tanto luchó y trabajó por Béjar. Parece que es mejor no ensalzar los logros de los anteriores políticos, quizá para que no se produzcan comparaciones. Valentín Garrido Muñoz era de Béjar, al igual que Gonzalo Santonja, consejero de Cultura, Turismo y Deportes de la Junta de Castilla y León y el director general de Deportes, Enrique Sánchez-Guijo Acevedo. Es difícil comprender la postura tomada por dos paisanos del anterior político, sin que se piense que hay cuestiones políticas contrarias.
Por otra parte, quizá algo tendría que decir Alfonso Fernández Mañueco, que fue presidente de la Diputación Provincial de Salamanca, ya que Valentín Garrido Muñoz también trabajó por los intereses de los salmantinos desde su puesto en la Diputación Provincial.
Por último, no se dice nada de colocar una placa en homenaje a Valentín Garrido Muñoz en el albergue juvenil Llano Alto, quizá así se pueda rendir un pequeño tributo a un hombre que trabajo por y para su pueblo hasta que fue vilmente asesinado por pensar de distinta manera.