La salmantina María Engracia Pérez Palomero ha sido nombrada como la nueva presidenta del Consejo de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Castilla y León (Concyl) para los próximos cuatro años, relevando así a Javier Herradón, al frente desde septiembre de 2020. Pérez Palomero es la actual presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Salamanca y su mandato, según explica en una entrevista con la Agencia Ical, se centrará en consolidar el modelo de farmacia asistencial y social, en potenciar la digitalización y en desarrollar nuevos servicios en la farmacia rural. Todo ello, con la vista puesta en el que el farmacéutico tenga un papel más allá de la dispensación del medicamento, ya que es el “único personal sanitario cercano, accesible y sin cita previa”.
Alba Familiar / ICAL
Después de pasar por la presidencia del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Salamanca comienza esta cueva etapa al frente del Concyl. ¿Por qué se animó a dar este salto a nivel regional y cómo puede ayudar su experiencia en esta nueva etapa?
La razón al final es la misma que ser presidenta del colegio de Salamanca. Intento, o me gusta, ayudar a la profesión. Esa principalmente es la única razón, el poder tener capacidad de decisión, de ver realmente cómo se toman esas decisiones y todo lo que hay detrás de los colegios o de la propia profesión farmacéutica para que al final funcione. He recibido el apoyo de mis compañeros, de mi comité directivo, que al final son quienes me acompañan en esta aventura, y también del resto de compañeros de pleno que me siento muy arropada y muy apoyada por ellos, que es al final lo importante. Esto no es trabajo solo mío, sino de un grupo que espero que trabajemos muy bien, estoy segura.
¿Y con qué objetivos afrontan este mandato de cuatro años?
Estamos muy agradecidos por la labor realizada en la anterior etapa y en ese sentido sí que somos bastante continuistas. Seguimos apostando por un modelo de farmacia que sea asistencial, que sea social, apostamos porque estemos todavía más digitalizados que ahora, ya no se puede hablar de digitalizar la farmacia porque al final creo que la profesión está completamente digitalizada pero sí que es cierto que se pueden realizar mejoras.
Como tercer punto más importante es la farmacia rural, que sabemos que en Castilla y León más del 60 por ciento de las farmacias se encuentran en municipios que no son grandes y más del 30 por ciento en municipios de menos de 500 habitantes. Entonces, en ese sentido, es muy importante darles el apoyo que necesiten e intentar garantizar su sostenibilidad.
La farmacia rural, como bien dice, va a ser una de las protagonistas de este mandato. ¿Cómo van a trabajar para que los pueblos puedan seguir disponiendo de este recurso y a su vez también hacer frente al reto demográfico?
Nosotros por una parte tenemos claro un municipio que tiene farmacia fija población, da empleo y genera tranquilidad a todos esos habitantes de no solo de ese municipio sino también de la zona. En muchos casos el farmacéutico en pueblos tan pequeños al final es el único sanitario que tienen al alcance todos los días de la semana, prácticamente. Todo esto se puede reforzar dando al farmacéutico más funciones que no sea solamente la dispensación. Por eso estábamos hablando de buscar un modelo de farmacia que sea más asistencial. En ese sentido en la etapa anterior tuvieron muchísimo éxito las escuelas rurales en salud, que fomentan la educación sanitaria de los ciudadanos que hacen participes de su propia salud. Con ellas nos gustaría poder extender esa convocatoria a más farmacias.
También queremos seguir respaldando a esas farmacias que realizan seguimientos de adherencia a los tratamientos a sus pacientes o el cribado de enfermedades. Actualmente se cuenta con el cribado del VIH, lo hacemos además de la mano de la colaboración de salud pública, pero igual que con las escuelas rurales nos gustaría extender esa colaboración para cribados, por ejemplo, de cáncer de colon, de cáncer de pelvis o la detección precoz de patologías como la diabetes.
El contribuir a una farmacia rural va de la mano de crear un modelo asistencial y también de contribuir en las estrategias de salud pública.
Efectivamente, porque al final consideramos que el farmacéutico se le puede sacar mucho provecho. Entonces, hablando también de la digitalización de esas oficinas de farmacia, nosotros también creemos que es muy importante ir de la mano de una buena comunicación de todos los sanitarios que están enterrados dentro del sistema sanitario de Castilla y León. Es un reto en el que se lleva trabajando años, con el que estamos seguros de que se mejoraría esa presión asistencial y esa atención primaria porque por supuesto esa atención al paciente sería mucho más fluida. Así, se evitarían muchas veces desplazamientos innecesarios a los centros de salud o a las consultas médicas sobre todo para trámites de receta electrónica en la que habiendo una comunicación fluida se ahorraría mucho tiempo y muchas citas presenciales o telefónicas a esos centros de salud o a esas consultas médicas.
Esa comunicación tan efectiva tiene que ir de la mano siempre de avances tecnológicos, en el sentido de que nosotros tenemos una comunidad que es muy dispersa y que necesitamos una conectividad que sea eficaz en todos los puntos de la región para que estas farmacias puedan tener ese servicio y esa calidad que se necesita. Para ello debemos de contar con la Junta de Castilla y León y también con los Ayuntamientos y las Diputaciones provinciales para que esa conexión y esa conectividad llegue a todos estos puntos de nuestra geografía.
Estamos hablando de que la digitalización de las farmacias va mucho más allá de la receta electrónica, que ya está implantada, que ha sido una gran revolución, pero que tanto ahí como en la conectividad se puede seguir avanzando en muchos más aspectos.
Toda la parte de receta electrónica ya está desarrollada, funciona desde hace años. Lo que nos gustaría es seguir dándole más funciones a esa receta electrónica, se ha avanzado mucho, pero estas cuestiones, que son muchas veces burocracia, son una facilidad tanto para el centro de salud como para el paciente como para la oficina de farmacia.
¿Los pacientes acuden a las farmacias con quejas, por ejemplo, por las listas de espera en los centros de salud, buscando soluciones que a lo mejor debido al colapso en los centros no les dan los médicos?
Supongo que depende también un poco de los centros de salud de las zonas y también de las citas que se puedan dar también ahora en verano. En ese sentido, nosotros lo que estamos dispuestos es a facilitarles ese trabajo de burocracia y de temas de receta electrónica que son de fácil solución y que creo que con una comunicación eficaz sería mucho más sencillo de cara a una renovación de un tratamiento o a un visado de una inspección que hay veces que se complica. Con una buena comunicación aliviaría todas esas consultas para lo que es verdaderamente importante que es centrarnos en la salud del paciente y no en temas a lo mejor de burocracia.
¿Hay una buena colaboración en estos momentos en Castilla y León entre sanitarios, farmacéuticos y administraciones?
Yo estoy convencida de que sí y que bueno yo creo que en la legislatura pasada se ha demostrado y en las anteriores y en esta no creo que sea algo lo contrario.
Y aparte de esta necesidad de conectividad en zonas rurales, ¿qué reivindicaciones existen desde el Concyl hacia las administraciones de la región?
Reivindicamos que el farmacéutico tenga un papel mucho más allá de la dispensación del medicamento. Además de esto proyectos, llevamos trabajando años en un nuevo decreto de botiquines para Castilla y León. Los botiquines son como anexos a oficinas de farmacia, es un punto de atención farmacéutica en el que una farmacia presta atención a un municipio más pequeño cercano a la farmacia de origen. En Castilla y León ahora mismo contamos con 269, estos puntos son fundamentales para dar un servicio de calidad a esos municipios tan pequeñitos que no tienen oficina de farmacia y consideramos que esta regulación debe de actualizarse para lograr una adjudicación mucho más fluida, mucho más rápida y que sobre todo beneficia a los habitantes de estas poblaciones.
¿Existe un problema de falta de medicamentos en Castilla y León ahora mismo?
No, hay suministro. Es cierto que los desabastecimientos existen de toda la vida y afectan por igual a todas las comunidades autónomas, que siempre hay temporadas mejores y peores de desabastecimientos y que siempre hay ciertas medicaciones que, digamos, llaman un poco más la atención que otras, pero en las farmacias se lidian con los desabastecimientos a diario. Yo lo que siempre intento expresar es la tranquilidad de que el paciente siempre va a estar bien atendido.
Es cierto que hay medicaciones que son más delicadas que otras, pero que en general, cuando un medicamento está desabastecido, primero, las farmacias de Castilla y León y de España contamos con una herramienta que se llama FarmaHelp, en la que las farmacias estamos conectadas. Y, en segundo lugar, si ese medicamento ya no lo encontramos ni en los almacenes ni a través de la herramienta FarmaHelp, la solución es derivar a ese paciente al consultorio, y el médico considerará la posibilidad de sustituirlo por otro medicamento de la misma familia o que tenga prácticamente el mismo efecto. Entonces en ese sentido tenemos la suerte de contar con un abanico amplio de principios activos en la mayoría de las veces se puede sustituir.
¿Considera que los profesionales del sector están suficientemente valorados ya no sólo por las administraciones sino también por la ciudadanía?
Yo creo que sí, que principalmente además que estoy segura de que la ciudadanía nos tiene en estima y que yo creo que además lo llevamos ya lo llevamos diciendo todos estos años es un poco a lo mejor repetitivo, pero que desde la pandemia se ha visto que nuestra labor es fundamental y que la población es muy agradecida con nuestra labor, y todavía más en zonas en las que el farmacéutico, como te comentaba anteriormente, es el único personal sanitario cercano, accesible y sin cita previa.