Opinión

La vida de Pi

Una de las escenas de La vida de Pi.

Bienvenidos a vuestra columna de verano sobre yoga desde Yoga Ganesha. Seguimos con ‘Pelis Yoguis‘.

En esta ocasión os quiero hablar de otra peli muy yogui, esto es: un film visto con ojos de una yogui como yo. Ahí va.

La Vida de Pi (2012), dirigida por Ang Lee y basada en la novela homónima de Yann Martel, me resultó en mi sentir: dura.

Es una película profundamente espiritual que se puede relacionar con los principios y el estilo de vida del yoga. La historia narra la odisea de Piscine Molitor Patel, conocido como Pi, un joven indio que sobrevive a un naufragio. No cuento más para no destripar la peli. Este viaje extraordinario resuena con los conceptos fundamentales del yoga, como la resiliencia, la conexión espiritual y la búsqueda del equilibrio.

El yoga nos enseña la importancia de la resiliencia y la capacidad de superar adversidades con una mente serena y enfocada. En La Vida de Pi, Pi enfrenta situaciones extremas que ponen a prueba su fortaleza física, emocional y espiritual. La práctica del yoga promueve la aceptación de las dificultades como oportunidades para el crecimiento personal a través de la perseverancia y la constancia, abhyasa (sé que en ocasiones nos cuesta).

Con estas cualidades yoguis, Pi aprende a manejar su miedo y desesperación, adaptándose a las circunstancias y encontrando fuerza interior, una habilidad que el yoga fomenta a través de la meditación y la práctica constante.

Pi, siempre ha estado buscando una comprensión más profunda de lo divino. Esta búsqueda espiritual es paralela a los principios del yoga, que promueve la unión del cuerpo, la mente y el espíritu.

Durante su tiempo en el mar, Pi reflexiona sobre la existencia y su propósito en la vida, entre otras cosas. La meditación y la contemplación, componentes esenciales del yoga, nos permiten encontrar paz y significado en nuestro interior.

Qué importante. El yoga enseña el equilibrio, tanto en la práctica física como en la vida diaria. Pi aprende a mantener un delicado equilibrio entre la supervivencia y la coexistencia pacífica.

El yoga nos ayuda a integrar diferentes partes de nuestro ser, promoviendo una vida más equilibrada y armoniosa.

El viaje de Pi es una metáfora de la transformación personal, pero total, te quedas con la boca abierta. En el yoga, la práctica constante y la meditación nos conducen a una transformación similar.

En conclusión, te animo a verla con gafas de yogui.

«La Vida de Pi» es una obra cinematográfica que encapsula muchos principios del yoga de una manera narrativa y visualmente impresionante. La resiliencia, la búsqueda de la conexión espiritual, el equilibrio y la transformación personal son elementos que se entrelazan a lo largo de la historia de Pi.

Te invito a reflexionar sobre tu propia espiritualidad y la forma en que te enfrentas a las adversidades. Al igual que en el yoga, la travesía de Pi nos recuerda que la verdadera fuerza y paz provienen de nuestro interior, y que la vida es un viaje continuo de aprendizaje y crecimiento espiritual.

Así que a seguir pa`lante. Te deseo que tengas un buen día y cuides tu energía.

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