La expansión de Alcampo en Castilla y León ha propiciado la incorporación a los lineales de sus centros de 125 productos locales procedentes de 27 proveedores de la Comunidad, lo que da lugar a cerca de 300 productores de la región. La compañía adquirió a lo largo del año 2023 productos por valor de 194 millones de euros, una cifra que supone un incremento superior al 20 por ciento respecto al año anterior.
La cadena ha añadido a su oferta 43 referencias de vinos de la tierra, así como lácteos, quesos, productos de carnicería y charcutería, dulces y salados, frutas, congelados, además de alimentos ecológicos. Todos ellos con un marcado acento castellano y leonés.
A los lineales de las tiendas se han sumado, por ejemplo, mieles de Salamanca, polvorones del Toro, obleas, hornazos, y un gran surtido de embutidos (de Campofrío, Embutidos Prieto del Bierzo, Embutidos Flores y Florencio Gómez) y de leche, mayormente de Gaza.
Los productores con los que ha comenzado a trabajar Alcampo son en su mayoría pequeñas y medianas empresas que producen alimentos característicos del lugar donde se ubican las tiendas de Alcampo, así como otras del sector primario que comercializan productos propios de la zona en el marco agrícola o ganadero.
“Conectar con Castilla y León supone no solo llegar a más número de consumidores, sino la oportunidad de sellar la colaboración con productores cercanos a las tiendas, entre ellos ganaderos, agricultores, envasadores y pequeños industriales”.
Con ello se “mantiene la cultura gastronómica y la tradición local” y, al mismo tiempo, se contribuye a “crear riqueza, empleo y, en muchos casos, ayuda a la recuperación de las zonas rurales”, señalaron desde Alcampo.