Cuando nos referimos a Salamanca, nos referimos a la capital y todos los pueblos que conforman la provincia de Salamanca.
Es evidente, y todos los datos económicos y sociales así lo demuestran, que estamos retrocediendo en economía y población cien años, y lo hacemos en momentos en los que en el resto del Estado avanzan más incluso que otros países similares de la Unión Europea, nuestro marco de referencia. Tenemos similar población a 1924.
No nos detendremos en llorar ni un segundo sobre quién o quiénes son los responsables que nos han llevado hasta aquí. Se diría que evidentemente nuestros dirigentes políticos, pero también el resto de la llamada sociedad civil. Esto último se demuestra a través de la mínima inversión privada productiva.
Para evitar el retroceso y ganar el futuro, lo primero que tendríamos que hacer es eliminar el ‘cacicato’ , es decir la división actual política de nuestras instituciones.
La solución pasa por inspirarnos en los sexmos, una división de la Edad Media que con una repoblación –la de Raimundo de Borgoña-, llenó esta tierra de humanidad.
Dividiríamos la provincia en ‘seis ayuntamientos’. La Gran Salamanca lo conformarían la actual capital y su alfoz, todos unidos en un solo proyecto para evitar lo que ahora sucede por ejemplo con el abastecimiento de agua, muy deficiente en muchos de nuestros pueblos pero también para la depuración de las aguas o la movilidad ciudadana. O la existencia de muchos polígonos industriales sin industrias. Si esta nueva capital consiguiera superar los 200.000 habitantes habría una reducción muy importante de gastos e incremento de los ingresos públicos.
Con el resto de la provincia haríamos algo similar con las ‘comarcalizaciones’, es decir, concentraríamos en un Ayuntamiento lo que ahora son más de trescientos, una barbaridad. Por ejemplo, Béjar, Ciudad Rodrigo, Peñaranda o Vitigudino serían el centro de sus comarcas con igual resultado de la ‘gran Salamanca’. La actual Diputación Provincial –antaño eficiente, ahora ineficaz a la vista de los resultados-
Dirán que no son cinco y no seis las divisiones pero Salamanca funcionó aún mejor desde el punto de vista económico y social cuando los sexmos se redujeron a quintos.
Y como se incrementarían sustancialmente los ingresos públicos de esos nuevos ayuntamientos y se reducirían los gastos, con el saldo resultante se harían inversiones públicas en las llamadas nuevas tecnologías, ya que si dejamos pasar la época industrial, no podemos perder el tren de la modernidad. Es inmoral que prefiramos gastarnos en fiestas nuestros impuestos a retener tanto talento que aquí se produce y que posteriormente van a hacer grandes otros territorios. Ahora es el momento ya que los gobiernos del PP son por mayoría absoluta y tienen en su mano la solución.
¿Hablamos?
Por: José Luis de Salamanca.
3 comentarios en «Salamanca, tenemos la solución»
El Distrito de Guarda en Portugal con 5500 kilómetros cuadrados tiene 14 municipios y 336 freguesias para 160.000 habitantes.
Copiamos.
Nosotros con bastantes más kilómetros cuadrados con 15 o 20 municipios podríamos hacer lo mismo.
Totalmente de acuerdo con los sexmos, creo que es una idea excelente
Gracias, José también de Salamanca. Esto es el principio del cambio que necesitamos para salir de esta espiral negativa