Salamanca no tiene ninguna zona de baño oficial, pero sí cuenta con una variada oferta de espacios donde aplacar los rigores del verano y darse un chapuzón medio de un entorno natural idílico.
Son las piscinas naturales, pozas, ríos y embalses que alivian los sofocos estivales y te arreglan una jornada si estás pasando el verano en tierras charras.
La zonas de baño de río más populares con las de la Pesquera en Ciudad Rodrigo, Puente del Congosto y Huerta, ya más cerca de la ciudad del Tormes. Otros pueblos cercanos también regados por el Tormes permiten darse un baño en lugares más reducidos, pero igualmente pintorescos. El Alagón ofrece playas fluviales en Sotoserrano y en el tramo del río Batuecas entre el Monasterio del Santo Desierto de San José, se encuentran pozas y pequeños lugares con un particular encanto como El Charco del Rey.
Salamanca, con el espacio que ocupa el río, se desentiende del asunto porque en el número 1 de la Plaza Mayor deben pensar que eso solo puede dar trabajo y algún disgusto. El río, para los juncos y los chiringuitos.
Las piscinas naturales se concentran en la zona de la sierra, como no puede ser de otra manera. En listado no pueden faltar Valero, Villanueva del Conde, Villasrrubias, Garcibuey, La Alberca, La Bastida y Rebollosa (perteneciente a Herguijuela de la Sierra).
Presas y miradores
En la esquina noroccidental, el río Duero y sus afluentes han excavado una sorprendente sucesión de cañones, sobre los que se han levantado espectaculares presas y saltos hidroeléctricos.
La primera de ellas, la de la Almendra, acumula las aguas del Tormes justo antes de unirse al Duero. Es un auténtico mar interior con sus más de 2.600 hm3 de capacidad y ostenta el récord de altura, con 200 metros hasta la coronación de la presa. Un túnel, excavado en la roca, de 7 metros de ancho y 15 km. de longitud lleva el agua desde la presa hasta la central subterránea en Villarino de los Aires. Se trata de una compleja obra de ingeniería que permite revertir las turbinas y devolver las aguas al embalse matriz.
Otra de las grandes presas es la de Aldeadávila de la Ribera, sobre el río Duero, utilizada como escenario cinematográfico. El último salto se encuentra en Saucelle. También son muestras de esta arquitectura industrial los embalses de Santa Teresa, Águeda, Irueña y el azud de Villagonzalo.