Dicen que no hay mal que cien años dure, pero tampoco hay cuerpo que lo aguante y es que el refranero popular, a veces es certero y otras se queda anclado en el pasado.
Lo que sí está claro es que ningún mal debe durar cien años, ni uno, ni medio, al igual que la letra no debe entrar nunca con sangre, como durante años hemos oído.
Como vemos, los refranes tuvieron sus años dulces y aunque se siguen usando como ejemplo de sabiduría popular, deberíamos dejar aparcadas ciertas ‘sabidurías’ que no corresponden a los tiempos en los que actualmente estamos.
Cierto es, que, en algunas ocasiones, pienso que hay un retroceso en esta sociedad y volvemos a anclarnos en un pasado en que hay diversidad de opiniones y pensamientos. No solamente opiniones y pensamientos, sino conductas que no corresponden a una sociedad avanzada y civilizada, que presume de cuidar a quienes se muestran o se perciben vulnerables mientras mira para otro lado o justifica lo injustificable.
En esas estamos, tratando de que haya concienciación, que la gente se sensibilice y aunque haya ‘cosas’ que siempre ha habido, deje de ser así.
No sirven enseñanzas ancestrales, ni conductas poco ejemplares, pero aún se justifica el maltrato, la falta de ética y la nula vergüenza que demuestra ciertas acciones.
Lo que perdurará a través del tiempo, seguirá siendo el acoso escolar, porque al igual que en el refranero, se alienta con mensajes equivocados.
Estamos a pocas semanas de que empiece el curso escolar y volveremos a ver llantos, tristeza y ansiedad y no por el precio de la vuelta al cole, sino por volver a lugares donde el maltrato a menores seguirá existiendo, sin que nadie ponga coto a prácticas que dañan la salud física y mental de niños, niñas y adolescentes, mientras aconsejamos, perdonar, levantarse y seguir.
Así a bocajarro.
Perdonar a quienes nunca han pedido perdón y nunca lo harán, porque padres, centros y palmeros nunca les enseñaron que es el respeto. Levantarse es difícil, cuando todos los días, siempre te señala alguien, con el beneplácito de quien aconseja perdonar cuando nunca vivió tu vida, pero si le interesa que no se hable de ello y seguir, a veces es francamente imposible porque la infancia y adolescencia les dejaron claro la maldad que se siembra en lugares donde en teoría deben estar protegidos y nunca lo estuvieron
Una lástima que se den malos consejos y se acerque la sabiduría popular en ocasiones a ciertas situaciones para seguir manteniendo el puesto de trabajo, sin considerar que a quien se le dan, ha llegado aquí y así porque quien debería de dejar de dar consejos y tomar las riendas de un problema, que también mata, no hace su trabajo.
Apelen al respeto y otros valores y no apelen al perdón como solución, porque entonces ya será tarde para alguien.
